Bienvenido

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El hombre moreno tiene una expresión bastante aterradora mientras nos examina uno por uno, primero el pelirrojo, al llegar con el rubio este se muestra bastante alterado forcejeando e intentando gritar.

-Llevalo al calabozo, no lo dejes salir hasta que aprenda a ser un buen chico -Le ordena al joven esbelto que había permanecido en silencio hasta ese momento.

-Como ordene -Le contesta su acompañante ayudándole a desatar sus extremidades pero atando sus brazos y piernas apenas soltarlos además de atar su cuello con una cadena, el muchacho es jalado fuera de la habitación.

Unos minutos después, el hombre vuelve al poco raro, se acerca poco a poco hacia mi, me mira con una cara de satisfacción, con su mano toma mi pañal y lo presiona, me altero un poco pues al presionar el pañal toca mis genitales, este me mira un poco irritado pero luego vuelve a su seriedad. Saca una radio y la enciende.

-Dos ya están preparados jefe -Hay una leve respuesta desde la otra linea, después de escuchar, se retira.

Al pasar un periodo que se sintió como si hubieran pasado horas, llegan dos personas un poco mas mayores que yo, llevan ropa negra de cuero y llevan consigo una correa con cadena y un par de esposas.

Cada uno se encarga de nosotros por separado igual que el primero al que se llevaron y nos hacen bajar de las mesas en las que nos encontrábamos, reparo de nuevo en la presencia del pañal cuando hace ruido con mi movimiento además de estorbarme al caminar. Nos sacan a un pasillo también completamente blanco y nos llevan en direcciones opuestas.

Por primera vez desde que llegó, el muchacho me habla.

-Felicitaciones, el jefe te ha elegido para vivir aquí y servirle, te mostraré las instalaciones y explicaré como funcionan las cosas aquí.

Me quedo parado en shock ¿Jefe?¿Seleccionado?¿Servirle? Un fuerte jalón en mi cuello me saca de mi ensueño.

Llegamos a una sala con una mesa y dos sillas, soy amarrado a una de las sillas y al frente se sienta mi escolta.

-En este lugar hay varias personas que se organizan por jerarquías. En el puesto más bajo esta la gente como tú, como ya te habrás dado cuenta, llevan un pañal puesto todo el tiempo pues está prohibido para ustedes, orinarás y defecarás en tu pañal sin excepción además de que queda prohibido que intentes retirarlo.
¿Orinarme encima? Jamás haría eso, mucho menos cagarme.

-Luego estamos nosotros, estamos encargados de sus cuidados, además de que usamos pañal de tipo calzón pues tenemos permitido el uso del baño.

Esto me resulta bastante absurdo, debe de estar bromeando o estar muy, muy zafado.

-Por último está el jefe, te referirás a el como papi y obedecerás a todas sus ordenes -Con esto ultimo procede a desatarme y aprovecho la situación para correr pero el collar que traigo puesto me ahorca al ser tomado por el joven el cual me da la vuelta y me abofetea.

¿Piensas que puedes escapar así nada más? No funciona de esa manera -Me golpea una vez mas -Si se te vuelve a ocurrir alguna estupidez te vas a arrepentir ¿Has entendido?

Asiento con mi cabeza para después recibir un golpe mas, esta vez con su puño, algo escurre desde mi boca.

Soy guiado por otro pasillo y llegamos a una habitación bastante grande llena de mesas cambia pañales, armarios y algo que parece sostener bolsas llenas de un tipo de líquido.

-Aquí vendrás cuando necesites un cambio de pañal -Entramos a otra habitación con sillas altas -Y aquí se te traerá a comer.

Soy desviado por otro camino y veo por primera la luz del sol en un jardín a nuestro lado, está lleno de juegos infantiles un poco mas grandes de lo normal y cajas de arena, estaba tan sorprendido por ver la luz que no me percaté que del otro lado había un espacio techado lleno de jóvenes iguales a los que estaban conmigo, estaban todos en pañales o ropa infantil y entreteniéndose con juguetes de bebés, cosa absurda para mí sin embargo al pasar me observan con una cara de lástima y súplica dejándome ver que en realidad no están disfrutando eso.

Atravesamos el salón hasta llegar a una de las dos puertas dobles que habían a los lados y me encuentro con otro pasillo -Ya estoy harto de esto -Pienso.

A ambos lados hay puertas a intervalos regulares, cada una nombrada con una letra y numero, la única forma de ver el interior es una ventana redonda. Luego de caminar un rato más, nos detenemos en una habitación marcada como 8-H.

-Esta será tu habitación, pero hay un lugar que debes ver antes de poder descansar -Soy guiado al final del camino donde hay unas escaleras sin luz. Este lugar pierde su monotonía para volverse aterrador.

Conforme descendemos se van escuchando golpes y gritos, así como el sonido de maquinaria. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Un delgado trayecto iluminado por lámparas débiles apenas me dejan distinguir otras puertas a los lados, los gritos ahora son demasiado fuertes, son gritos desesperados, horripilantes.

-Éste es el calabozo -¿Será que aquí trajeron a aquel chico de hace rato? Pensarlo me causa una ansiedad mayor -Aquí vienen todos aquellos que no quieren obedecer, me dijeron que ya conoces a uno de los que se encuentran aquí, veamos que tal le va.

No quiero ver, pero no me deja opción pues jala de mi con fuerza hasta hacerme entrar en una de las habitaciones.

AtrapadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora