Mesticia.

10K 1.5K 412
                                    

Me siento agobiada, estoy segura de que voy a romper en lágrimas, ya no puedo, he llevado este peso sobre mi espalda durante años, y sinceramente, comienza a pulverizar mi columna vertebral.

Me siento así como seguramente siente una flor al desprender sus pétalos. Quisiera huir, pero no puedo, me ahogo. Estoy muriendo, al ver sus ojos marrones que sollozan en silencio, piden ayuda, gritan, me dicen entre sus pupilas. "Ya no puedo".

Su rostro asemeja a un tulipán marchito, de esos morados  que tengo plantados en la maceta, y se van pudriendo mientras pasan los días, y se van pudriendo.

Quisiera que mis palabras pudieran salir de las hojas y gritaran, en un estruendo, que rasgaran las páginas y destruyeran el silencio, tal vez lo hacen, en mi mente, pero no son tan potentes como para turbar las ondas que circulan por el viento, no causan terremotos, ni siquiera temblores, no causan nada, se quedan vacías, agonizan en silencio, como sus ojos, como sus ganas de gritar a los cuatro puntos cardinales sin poder hacerlo.

"Ayuda".

Susurra, en un intento forzoso por gritarlo, por crear un cataclismo, pero no puede, porque está implosionando, y el cataclismo es ella, y la muerte está en ella.

Quiero ayudarte, madre, pero no me dejas, y mi inútil mente de humano no me lo permite, no soy tan fuerte, ni tan valiente, aunque esté gritando por dentro, no puedo levantarme, es inane.  

 Así que sólo te miro, intentando solucionar algo, pero no hay nada, y callamos, como siempre, y lloramos, para nuestros adentros.

Entonces cada día me vuelvo más débil, y más pequeña y más débil.

Estoy deseando gritarlo pero no consigo nada, estoy intentando descuartizar mi alma mientras mi voz cruje, quiero hacerme daño, quiero sacar el dolor mientras un huracán me consume, y aunque lo intento con estas palabras, no llego a nada.

Madre, deseo ser libre.

Madre, deseo ayudar y reparar todo.

Pero no puedo, porque intento gritar y romper las barreras entre escribir y romper las páginas de un libro, pero no puedo, no soy tan fuerte, dañar no me limpia, llorar no me sana, callar no me hace bien.

Estoy atrapada, madre, en estos sentimientos que me queman, estos que papá y tú han construido a mi alrededor.

Deseo decírtelo, mamá, gritarlo, pero siempre que lo intento callo a la mitad de una palabra, o mis lágrimas ya no me dejan hablar, me sofocan.

Deseo decírtelo, mamá, pero sé que si lo digo tú tendrás que cargar con mis monstruos, y eso no es justo, no mereces sufrir más.

Así que sólo miro tus ojos, que se desvanecen, como todos; así que sólo me pierdo entre el café de tu mirada.

Y nos sonreímos, y nos mentimos con que todo está bien.

Así que sólo sigo avanzando aunque una parte de mi corazón quiere volver.

Mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora