Be Strong | VerKwan (One Shot)

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El sudor corría por su frente, no se tomó el tiempo de enjugarle; así que continúo corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitían. Tratando de perder lo antes posible a aquellos chicos que le perseguían.

Por el rabillo del ojo pudo observar como estaban cada vez más cerca, ahogo un quejido y aumento la velocidad, entró en un callejón y maldijo por lo bajo una vez se dio cuenta estaba sin salida. Se atraganto con sus lágrimas, y decidió esconderse tras un basurero, bien, tal vez no era la idea más brillante; pero eso le mantendría a salvo por algunos minutos mientras se le ocurría cómo salir de ahí.

—Vamos, pequeño Hansol; no seas cobarde y sal de tu escondite—  Gritó Jiho, el líder de aquella pandilla de matones que le acosaba cada día, desde hacía dos años que se había mudado a Corea.

—Es una nena, Zico. —Dijo Wonsik, tronando los dedos. —Es obvio que no saldrá de su escondite tan fácil.

—Probablemente debamos jugar a las escondidas con él. —Se unió JiWon, mientras dibujaba una cínica sonrisa.

—Y cuando le encontremos nuestro premio será darle la paliza de su vida. —Completo Minho, chocando cinco con JiWon.

El labio inferior del rubio comenzó a temblar; le golpearían de nuevo. Nuevamente llegaría con moretones a su casa, y tendría que inventar mil escusas para que sus padres y su hermana no se preocuparan al respecto, bien, quizás lo mejor sería salir de su escondite; entre más rápido mejor.

Dio un hondo respiro y se paró abruptamente, tirando en el acto el basurero que le servía de protección.

Toda su valentía se esfumó en el segundo en el que hizo contacto con aquellos cuatro chicos que tanto le molestaban, lucían furiosos.

—No nos has dejado jugar al escondite contigo, pequeño Vernonie. —Un deje de fingida tristeza bañaba la voz de Jiho. —Eso está muy mal. —Comenzó a acercarse peligrosamente al rubio. —Nosotros sólo queremos ser tus amigos y tú nos lo impides. —Llevó una mano a su pecho. —Nos lastimas.

—Quizás es porque es mitad americano, Zico. —De igual forma, un deje de dramatismo bañaba la voz de JiWoon. —Se cree superior a nosotros por ello.

—Y por ello debemos enseñarle donde está su lugar. Y darle la paliza de su vida. —Puntualizó Wonsik, sonriendo.

—Me encanta tu entusiasmo. Peeero... —Alargó la "e" —Antes debemos de...

No pudo terminar la frase, ya que un zapato golpeó su cráneo. Giro la vista molesto, tratando de encontrar al culpable.

—Así que el gordo ahora la hará de héroe. —Musitó sarcástico, sobándose la cabeza por el golpe. —El puerquito valiente. —Se burló, haciendo que sus amigos se rieran.

—Puerco pero no de tu chiquero. —Contratacó el chico de las mejillas grandes. — ¿Por qué no van a buscar un par de neuronas en lugar de molestar al chico?