capítulo 11:... I'll send them to sleep...

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-... porque... un mundo sin locura no sería divertido...-

Anbu... la élite de los ninjas de las aldeas. Ocultos cumpliendo misiones en la oscuridad y protegiendo a la población. Si... de la élite... pero ahora la élite no estaba en uno de sus mejores momentos

Un anbu con máscara de oso se lanzó desde el techo hasta un encapuchado con intenciones de partirlo a la mitad pero no se espero que este se girará y abriera la visible boca soltando un increíble relámpago que lo cubrió completamente, al terminar el ataque, no había nada del anbu

En capuchado sonrió antes de atrapar una patada de otro anbu con máscara de ave, de un movimiento rápido le dio un codazo en su rodilla doblando su pierna de manera atroz, estaba apunto de gritar pero el sujeto vestido de blanco y negro lo tomo de la máscara para encajarlo en el suelo en un impulso

Dio un paso y tuvo que inclinar su cuerpo hacia atrás esquivando un shuriken gigante que casi lo decapita por frente suyo. Sin quitar su sonrisa, lanzó un cuchillo de mango blanco que el anbu más grande de lo común, pudo desviarlo con un shuriken gigante que lo saco de su espalda, pero el cuchillo estaba muy lentamente en el aire. Sin captar el asesino que se apareció arriba del shuriken, tomando el cuchillo en el aire y clavandoselo en la frente matandolo al instante

Dio un salto para caer en medio de una calle principal, vacía... ya habían evacuado a la mayoría y los pocos que quedaban, solo eran cadáveres por las calles al igual que los anbus más rápidos que llegaron antes y ahora solo son partes partidas y arrancadas con violencia en el suelo

Repentinamente se vio rodeado de un centenar de anbu's, jounin's, chunin's y genin's junto a varios líderes de clanes y conocidos suyo.

-¡bastardo! ¿¡como te atreves a atacar konoha!?- gritó un rubio con su pelo acomodado en una cola de caballo y con traje jounin

-¡¡responde!!- gritó un hombre con pelo largo y negro, ojos perla y un kimono siendo apoyado por varios jounin de los mismos ojos

El chico encapuchado se mantuvo apacible ante la presencia de tantas personas, aun con las manos en los bolsillos y cabeza gacha apenas mostrando una pequeña sonrisa, sin mostrar esa sonrisa marcada completa

El grupo de anbu's no pudieron controlarse y se lanzaron al combate. 3 de ellos cayeron del cielo con intenciones de clavarle sus espadas, pero no predijeron que el chico apareciera en medio del trío en el aire

Con pura velocidad desapareció para reaparecer frente a otro anbu en la cima de un árbol clavandole un puñetazo en su cuello dejándolo quieto para desaparecer y volver a su lugar de inicio

Los de konoha poco a poco vieron como el trío anbu en el aire caían alrededor del chico, todos con un tío de sangre saliendo de sus nucas, volvieron sus miradas al otro anbu para encontrar una mano colgando del árbol con sangre recorriendo los dedos

- es hora...- escucharon los ninjas para ver como el chico sacaba las manos de su bolsillo y hacía un sello extraño con sus manos y un aura oscura rodeandolas-... Kurai yōso: Mewosamasu (elemento oscuro: el despertar)

Sin previo aviso, los perros que acompañaban a los inuzukas comenzaron a moverse algo mareados y con dificultad antes de caer al suelo aullando de dolor al igual que uno que otro ninja presente

Hana: ¿¡que les has hecho!?- gritó preocupada por el trío de perros moviéndose frenéticos en el suelo

El encapuchado sólo abrió los brazos y levantó el rostro sonriendo extasiado antes de abrir su boca aún ocultando su identidad

- ¡bestias! ¡despierten! -gritó mientras un jounin se arrodillaba y una mano salía de su estómago con brusquedad- ¡alimentense! ¡maten! ¡disfruten! -continuaba gritando el desquiciado mientras otra mano negra con garras afiladas salía del pecho del jounin muerto, finalmente la cosa abandonó el cuerpo inerte del hombre dejando a la vista una criatura negra, manchada de sangre, pero... solamente era un gigantesco conejo del tamaño humano con garras y dientes deformes junto a ojos rojos con un punto amarillo. Este ser, gritó con furia antes de lanzarse a un anbu y enterrar su rostro en su cuello matandolo al instante

la traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora