- ¡Geral! Mira, se te cayó.- me entregó una libreta.
- Gracias, no me di cuenta.
Caminamos por los pasillos en busca de el salón del profesor Michael.
- ¿Qué tienes en ese cuaderno?- Bella sonrío pícara.
- ¿Qué?
- ¿Qué tienes ahí?- la señaló.
- Nada ¿Por qué?
- Es muy curioso que solo la utilices para la clase de matemáticas ¿No lo crees?
- ¿Acaso me espías?
- No, solo soy observadora.
- No es nada, en verdad, solo la utilizo para hacer algunas operaciones y anotar temas de estudio.
- Ajá, ya te creo.
- ¡Bella! No seas pesada.
- Ok, no insistiré, pero sé que tienes algo ahí y se asocía con matemáticas. Tal vez se traté del profesor- elevó sus cejas- ¿Te gusta?
- ¡NO!
- Vamos, admítelo. A media escuela le gusta.
- Pero a mí no.
- Ajá.
- Basta.
Entramos al salón y el profesor nos recibió con una gran sonrisa.
- Señorita Prior.
- ¿Sí?
- Puedes acercarte.
- Te va a declarar su amor- me susurró.
- ¡Bella!- le di un codazo.
Me acerqué a él y presté toda mi atención posible.
- Necesito hablarte sobre algo muy importante.
- ¿De qué?
- Algunas calificaciones las tienes bajas y al mirar tu promedio me sorprendi. Tenía entendido que eras la mejor en matemáticas ¿Qué ocurre?
- Yo...
- Hablame con total confianza.
- Algunos temas no los he entendido y me estreso y no sé que hacer.
- ¿Te parece sí te dejó los refuerzos?
- ¿Enserio?
- Sí, hace unos días me preguntaste. Estaba pensando en que sea una hora luego de clase, ya sabes, adicional.
- ¡Sería perfecto! Se lo agradezco.
- Lo importante es que mejores tu promedio, ya sabes, para la universidad.
- Ajá.
- Ok, eso es todo.
- Su sonrisa es linda- sonreí.
- ¿Disculpa?
- ¡Lo siento, no era mi intención, olvídelo!
- Prior...
- Ya me voy.
Me senté rápido junto a mi amiga y ella tan solo me sonrío con intriga.
- ¿Qué pasó?
- Le dije que tenía una linda sonrisa- oculté mi rostro entre mis manos.
- ¿Enserio?- se burló- Amiga, tienes ovarios.
- ¡Bella! No me ayudas.
- Lo siento. Mira el lado bueno, él se enamorará primero de ti.
- Ya, basta.
- Ok, ok- se río.
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- Esto es todo por hoy, ya pueden irse.
- Adiós profe.
- ¿Qué harás? ¿Te quedarás desde hoy?- Bella tomó su mochila y me observó.
- No lo creo.
- ¿Por qué?
- Tengo mucha vergüenza.
- Ok, entonces vamos.
- Aguarda, le diré algo al profesor.
- Ok, te veo en el estacionamiento.
Me acerqué al profesor y lo miré. Él sintió mi presencia y sonrío.
- Señorita Prior ¿Ahora sí puede hablar o...?
- Sí, bueno, no.
- ¿Entonces?
- Solo quería avisar que hoy no me quedaré.
- De acuerdo. ¿Algo más?
- Y también le quería dar esto- le entregué un papelito.
- Ok. Lo leeré.
- Adiós.
- Adiós.
¡Profe!
Ya le dije que tiene una linda sonrisa, digo, una linda camisa.
Discúlpeme es que a veces soy distraída y algo imprudente.
Mañana le traeré un tarro de Nutella, he visto que le gustan y pues de paso para pedirle perdón.
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Mi Profesor Favorito (Notas de Amor #1)
Подростковая литератураGeraldine siempre ha sido una chica aplicada y nunca ha roto una regla, ella es un ejemplo a seguir. Más sin embargo ella tiene un secreto: Su amor a el profesor de matemáticas.