Ella miro fijamente su boleta de calificación, estoy muerta, se dijo a si misma. Pero como no, si se supone que había estudiado para este parcial, mentiras, ella jamas agarró un libro, y si lo hizo fue solo para ahorrarse la regañada de sus padres, esto fue pan comido para ella.
-Solo hace falta ver otro capítulo y ya... - ella no había notado la hora y obvio que seguiría pegada a la computadora.
10:00p.m y una joven de 17 años cenando porque según aun no acababa la tarea. Claro porque apenas la iba a empezar. Era mi turno de intervenir, no puedo seguir soportando la desgracia de esta pequeña, mi pequeña.
Entro otra vez a ese pequeño mundo, jamás voy a olvidar cuando tenia que trabajar las 24 horas los 365 días por casi 14 años, esa fue mi mejor época.
Ella creció, y sólo cuando conoció al único tipo que he odiado en mi vida, fue cuando mi trabajo fue disminuyendo, ella me fue olvidando, hasta que un día me dijo que ella ya tenía a alguien mas.
No quise dejarla sola, era mi deber cuidar de ella, así aunque me odiase y me echara a patadas, jamas podría volver a estar lejos de ella.
Así es como cada mañana, me veo obligado a darle un beso de buenos días, siempre había dormido como un monstruo y eso no le importo nunca, hasta que lo conoció. Lo odio, se ha robado gran parte de su corazón que era mio.
6:00 a.m. Me ha visto, tengo que irme antes de que...
-adivina que, soñé con el, y solo deseo que esta vez si se cumpla mi sueño.
No, imposible, ella que no ha recibido su primer beso, y ahora que esta enamorada, me revuelve el estómago verla así.
-Yo te quiero - le digo de una forma que suene normal
-yo también - y solo me lanza un beso que logro atrapar con las dos manos y vuelvo a guardar en mi frío corazón
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Adicción
Short StoryLisa Gisbert, 17 años de edad y aun sigue explorando el mundo, desde otra constelación, se niega a romper el estilo de vida que tiene, y tal vez en algún futuro lo logre, mientras tanto ella, tendrá que ir revelando los secretos que lleva cons...