-Lluvia en la plaza de los enigmas-

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Mi nombre es Alexander Bright, soy una especie de investigador privado, casi puedo decir que alguna especie de detective y no es por alardear pero me agrada pensar que llegaré a ser un Sherlock, el día de hoy he sido citado para un trabajo mi cliente es una bella mujer de alta clase, no se hagan ilusiones está casada, voy al caso, me tengo que reunir con ella en un restaurante de la ciudad a las 7:30pm y aquí voy, en camino.
Las calles son frías y una ligera llovizna cae sobre mis hombros, siento que podría abrir mi paraguas pero esta lluvia, es cálida para mí y aunque me llegue a resfriar quiero seguir caminando por estas bellas calles iluminadas, en mí país a esta clase de lluvia se le llama "pelo de gato" debido a que desde le lejos las pequeñas gotas movidas por el viento lucen como pequeños cabellos de un gato, es arte hecha lluvia, está sensación es agradable, un frío abrazo que congela mi mente...
Al llegar al punto donde me citaron me topo con un restaurante bastante pobre, lo que se suele llamar una soda, me dio totalmente igual el ambiente del lugar solo entré y me senté en una mesa al fondo del sitio...
Cuando me voy a ver con los clientes suelo decirles que busquen al hombre con un guante rojo y una gabardina gris oscura, no es mi intención alborotar a la gente en los sitios preguntándo si son mis clientes daría una mala impresión así que les digo mi código de vestimenta y al llegar les digo una simple palabra que deben completar, yo les digo "Modus" y él cliente me debe responder "Operandi" y su número de pedido...
Luego de decirle a tres camareros distintos que esperaba a alguien, una chica entra en aquel lugar, cubrida con una capucha, la chica se sienta en mi mesa a lo que digo:-"Modus..."
A lo que ella en tono bajo responde:-"operandi, 595".
La mujer se quita la capucha vieja, es una mujer despanpanante, un collar de perlas de un curioso color azul adorna su cuello, su vestido es parecido a los de gala en los premios a las actrices, lleva un corte holgado y al parecer está raspado en una de las mangas, su cabello estaba arreglado de una manera extravagante y cada hebra de su cabello resplandecía lujosamente con un color chocolate, que se aclaraba a un tono miel en el filo de sus puntas, sin ganas de quedarme atónito le digo:-buenas noches señorita.
La chica responde con gesto agradable:-buenos días ¿es usted el señor Bright?
Yo asentí con la cabeza diciendo:-en efecto señorita, cuénteme de su caso.
La mujer procede a contarme la situación:
-Como ya sabe, mi nombre es Sofía Vázquez, mi esposo es el dueño de una famosa compañía de publicidad, su nombre es Randall Padilla.
En lo que ella terminaba la interrumpí diciendo:
-Su esposo es Randall Padilla!! El dueño de CMI!?
A lo que ella asintió...
Continuamos hablando:
Alex:-¿y porqué me contrató?
Sofía:-En realidad es algo fácil para usted, verá, sospecho que mi hombre me es infiel.
Alex:-¿Randall Padilla infiel a su esposa?(guau, si fuera de la farándula esto sería oro puro... Basta! Contrólate Alex) y ¿porqué dice eso?¿acaso sospecha de alguien?.
Sofía:-Creo que, hay otra mujer, una clase de mujer de negocios que se la pasa rondando su oficina y cada vez que le he reclamado respecto a ella me contradice diciendo que es su "secretaría nueva".
Alex:- ¿y si simplemente lo es?
*Sofía tuerce la mirada en un gesto serio*
Sofía:-Como sabrá poseo un alto puesto en la empresa como uno de los 2 presidentes, por las noches en la empresa se han quedado mi esposo y la mujer esa mi esposo se excusa diciendo que que trabajan hasta tarde, pero ya he enviado a mi amigo el conserje a vigilar si en su oficina alguien se reúne a esa hora pero según sus palabras todas las oficinas del edificio se encuentran sin nadie y lo que es más su auto no se haya en los garajes...Lo que necesito es que sigilosamente le proveere de lo necesario para que siga e investigue las sospechosas reuniones de mi marido.
Alex:-Suena como algo sencillo necesitaré traje de guardia de seguridad, llave de todos los lugares del edificio y un perfil completo de la información de su esposo y la mujer.
Sofía:-Ese es un problema...
Alex-¿Porqué lo dice?
Sofía:-La mujer dio un curriculum suyo pero su número de identificación no coincide con el registro civil.
Alex:-No se preocupe, yo averigüaré quién es, por favor le pido una copia de tal curriculum...
Sofía:-Como desee y ¿cuánto debo pagarle?
Alex:-Por ahora no se preocupe, ya le diré después, no cobró muy caro...(así no alejo a los clientes).
Sofía:-Pase mañana por mi oficina para facilitarle lo que necesite, vaya duramos menos de lo pensado, son las 7:40, como pago adelantado ¿le gustaría una cena?
Alex:-¡Yo encantado!(no piense que la cena bajará el precio del servicio).
Sofía:-(ojalá le baje el costo a base de comida).
Mesero:-¿ordenará algo? no quiero molestarle señor pero como 4to mesero que lo atiende no aceptaré un "aún no comeré" por respuesta.
Le pediría al mesero un caldo sencillo para comenzar, pero el lugar no tiene pinta de seguir protocolos así que le pido el menú al igual que la Srta. Vázquez...
Ella me mira con indignación diciendo:-Apuesto a que tampoco estás acostumbrado a comer cosas de esta clase...
Echo una ojeada al menú y con sorpresa le digo:-Una hamburguesa brazo de pulpo no suena a lo que suelo comer.
Siempre he sido humilde a pesar de que el dinero no me falta, quiero decir, no me gusta pasar mi rato comiendo con protocolos y etiquetas en un restaurante de 5 estrellas y media, pero tampoco me siento en cualquier lugar a comer pures sacados de un laboratorio de los expedientes secretos X, yo voy a lo más relajado, suelo solo darle la vuelta a algún barrio comercial y comer en la soda que más ambiente familiar tenga, ahhh las deliciosas hamburguesas caseras de mi madre, los macarrones de mi tierna abuelita, no hay nada mejor que ese ambiente en donde sientes que estás con quienes amas y oler ese delicioso olo... Ay que me enredo.
Al final no encontré nada más decente que la "hamburguesa pulpo" esa y un café (he dejado claro que me gustan ¿no?), la Srta. Vásquez pidió una simple taza de café acompañada de unos bizcochos, no quise decírselo pero los bizcochos parecían de los que suelen vender en las tiendas, esos que se añejan y agrietan dentro de una bolsa en las estanterías.
La reacción fue rápida ya que al darle un trago a mi café y levanto la mirada veo una Srta. Vázquez perpleja ante un extraño sabor, le pregunto entonces:- ¿pasa algo Srta.?
Sofía:-Ya me he dado una idea de este platillo...*glups*
Alex:-Dele un sorbo al café, le quitará el sabor.

La chica del callejón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora