Music Box [ JK ]

Nightmare

Jungkook despertaba casi todas las noches gritando, sus sueños ya no podían ser los mismos cuando estos se mezclaban con el recuerdo. Ese maldito recuerdo.

Ver a su tío morir.

Sus padres no habían sido conscientes de lo que su pequeño había visto aquella madrugada. Los vecinos habían llamado a la policía después de ser despertados por gritos. Ellos llegaron a su casa, encontrando sangre en el piso de la entrada y Jungkook sentado en el sofá, viendo a la nada.

Años de idas al psicólogo sirvieron para encriptar su memoria, pero Jungkook seguía llorando abrazando aquella caja musical mientras cantada en susurros hasta poder dormir.

"En un sombrío parque

un pájaro anónimo canta..." cantaba Taehyung sin desentonar o perder el ritmo.

—¿Dónde estás?

—Oh, tú.—. Seguía Jungkook, dejándose llevar por los recuerdos vivos de Taehyung.

"¡No por favor! ¡No lo hagas!"

"¡No frente al ni-...

—¡NO! —. Despertó súbitamente temblando, sintió gotas de sudor recorrer su frente. Eso volvió a parecer real.

Se recuperó poco a poco de aquello y noto la hora; sorprendentemente no eran las 2 o 3 de la mañana que marcaba siempre el reloj cuando despertaba de una pesadilla, no, está vez había logrado dormir un poco más. Pues marcaba las 8:30 de la mañana. Algo significativo para el chico.

Busco la caja de música entre sus brazos, al no sentirla se levantó rapido y miro hacia abajo de su cama. Y ahí estaba, en el suelo, casi rota.

—¡Mamá! —. Un grito más fuerte retumbó en las paredes de la casa, asustando y haciendo que su madre saliera de su habitación y correr hasta su hijo.

—¿Que sucede? —. Abrió desesperadamente la puerta encontrándose a su hijo en cuclillas abrazando la caja.

Dio un fuerte suspiro.

Se acercó a su hijo y extendió su mano para que le dejará ver la caja, encontrando que solo se le había aflojado nuevamente la tapa, volviendo salir de su lugar—. Jungkook, querido, te he dicho que no duermas con la caja o volverá a pasar esto— Su hijo no le miró a los ojos, pues ya sabía lo que diría— esta caja ya es muy vieja, un golpe más y se romperá definitivamente.

La mujer arreglo la caja de música y la puso en la mesita de noche que tenía su hijo, antes de irse le dio un aviso.

—Tu maestro va a venir para seguir con las clases de piano. Espero que esta vez lo recibas adecuadamente— y salió de su habitación.

Jungkook ya tenía 16 años, había momentos en que no podía evitar recordar, al principio sus padres entendieron que no podían dejarlo solo. Dejo de llamar a sus padres cada vez que despertaba de una pesadilla para no preocuparlos más, le costaba salir a la calle, siempre que veía a personas vestidas de negro que no se les veía la cara comenzaba a ponerse nervioso, al punto de tener un ataque de pánico. Pero no podía faltar a clases, aunque, por suerte pudo conseguir que sus padres le pagaran unas clases de piano, quería aprenderse la melodía de la caja de música.

Su madre mencionó que esperaba que recibiera bien a su maestro, ya que este venia de más lejos para enseñarle a tocar el piano cada fin de semana. Jungkook se moría de vergüenza cada que le visitaba el chico y la última vez no le abrió la puerta y le dijo que se fuera...

Ya no podía dormir, ya eran casi las nueve. Mejor se levantó para ducharse y bajar a preparar el desayuno de sus padres y de él. Sí bien todo aquello ya le había cansado ¿Que más podía hacer? No quería salir ni convivir con otros. No quería que le hicieran daño.