Elías era un sueño, tan bello. Su figura era alargada y flacucha, su cabello ondulado y largo, su piel pálida manchada con muchos lunares. Sus ojos achinados por su casi permanente ceño fruncido como si todo le molestara, sus hoyuelos de cuando sonreía al ver a Ari como si nada más le importara.
Él bastante serio, siempre, regido por sus modales y su muy buen y estricto comportamiento, contrastado con su look desenfadado, sus jeans desgastados y el mismo suéter azul marino de siempre.
Un encanto.
ESTÁS LEYENDO
Pero, no
RandomUn accidente lo cambia todo. Un accidente provoca y evita muchas cosas. Cuando menos te lo esperas, cuando más feliz estabas... Puedes hacer como si nada hubiera pasado, afrontar y superar, pero no.