Está historia comienza un día en el que un adolescente llamado Antonio se despierta.
Antonio be que el desayuno no está preparado y le dice a su madre:
¡Mamá yo no se a que esperas a hacerme el desayuno porque has tenido tiempo para hacérmelo! Le contesta su madre:
Hijo mío es que yo no puedo levantarme a las 6:00h a hacerte el desayuno para que lo tengas hecho a las 7:00h. Antonio le contesta de mala manera:
Pero tú crees que yo me voy a parar toda las mañanas a hacerme el desayuno y el almuerzo, porque o sino llegaré tarde. Su madre suspira mientras que coge las cosas y le prepara el desayuno y el almuerzo. Antonio se prepara y se va a la universidad. Cuando llega a la universidad ve a una adolescente que como se vestía parecía que se iban a llevar muy bien. Se acerca a la adolescente y le saluda levantando la mano y, ella le responde con el mismo gesto. Antonio piensa:
Bien me a saludado ya vamos progresando. Con una sonrisa contagiosa Antonio entra a clase. Y cuando se sienta ve que esa adolescente entra en su misma clase y se sienta cerca de el, entonces el se levanta para sentarse a el lado de la adolescente cuando un profesor entra y le dice a Antonio:
Oye chiquillo que por si no lo sabías te recuerdo que las normas dicen que cuando entre un profesor todos deben de estar sentados y veo que tú no lo sabías. Antonio le contesta:
Perdone profesor ahora me siento, es que no le había visto. El profesor le responde:
Vale, no pasa nada está te la dejo pasar.