El fruto de nuestro amor (Loricoln)

Un gran cambio

Diecinueve años A.P

Era un hermoso día, muchos así lo pensaban, era un magnífico día, así muchos lo veían.

Como si fuera una cuestión rutinaria, pero sorpresivamente ideal para las personas de ese pacífico lugar del mundo llamado Royal Woods, el sol había salido mostrando sus gentiles rayos.

El día comenzaba, dejando una satisfacción de como la vida seguía su curso, aún cuando el tiempo no se detenía por nada (y jamás lo hará); para un puñado de jóvenes, quienes estaban en su plena cima de crecimiento, el tiempo era casi eterno para ellos, sin preocuparse por lo del ayer y del mañana.

Una envidia para muchos adultos y adultos mayores de esa ciudad, un ejemplo claro sería la del señor gruñón, quien observaba el regreso de la familia más ruidosa de aquel sitió, los Loud.

Los más numerosos y fastidiosos de todos, pero amables, simpáticos y amorosos ante la vista de muchos, ¿No?

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Las miradas alegres de cada integrante Loud era evidente a leguas, fue su último día de clases, ahora lo que separaba a ellos de las tan anheladas y sagradas vacaciones de verano, era prácticamente nada.

Todas las hermanas platicaban entre ellas acerca de todo lo que deseaban hacer ahora que tenían lo que todo joven normal desea. El ambiente era bastante animado. Habían planes de deportes, música, comedia, extraños conjuros del más allá, belleza, moda y un número casi indefinido de etcéteras.

Por su parte el único varón que pudo tener los señores Loud (alias Lincoln) veía como cada una de sus hermanas tenía una visión bastante personal de las vacaciones, todo normal, pues cada una expresaba su entusiasmo según su personalidad y carácter.

Que gusto le daba… pero, había una de sus hermanas que no había mencionado algo, sin mencionar que en ningún momento mostró interés en el hecho de que la escuela se había terminado (lo cual ya era bastante inusual). Tal vez fue la emoción combinada del resto de las Loud lo provocó que ellas no lograran ver la falta de alegría de su hermana, pero Lincoln si que lo había notado.

Era verdad que por lo general tuviera una actitud más dominante, siendo así la muestra de que ella era la mayor de todos, pero el hecho de que Lori no mostrará al menos una señal de entusiasmo, era cosa de extrañar. Peor para el albino, era sumamente preocupante de que estuviera más seria y cadi aislada si se comparaba con Lucy y Lisa, quienes a pesar de su forma de der, aún así mostraban satisfacción y la compartían con las demás, como niñas de escuela normales.

La hora para comer se acercaba por lo tanto no tendría tiempo para acercarse a ella y preguntarle si todo estaba bien, aunque claro que la respuesta lógica era un NO, incluso si ella lo negaba.

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Lori se sentía bastante vacía, llevaba consigo una sensación realmente amarga y ya tenía unos días así.
Incontables veces revisaba su celular para tratar de encontrar de manera milagrosa una buena respuesta de su novio. Bobby ya tenía un buen rato contestando de manera floja o indiferente, lo que consternaba demasiado a su pareja.

La primera hermana Loud checaba su móvil varias veces, solo para toparse con mensajes cortantes y con una clara ausencia de interés.

La noche anterior se puso a revisar a fondo, ¿En qué momento Bobby había empezado a comportarse de esa manera? Mientras iba pasando los mensajes en retroceso, iba viendo como, en efecto, la actitud del moreno había cambiado poco a poco. Llegando a dejar su apodo que le tenía a ella, “Bebé”, para simplemente no referirse a ella de ninguna forma.  Mientras que ella, claro, aún le mandaba mensajes melosos y cursis a la par que aún se refería a él como “Bubu Osito…” o eso era hasta hacía unos tres días.

De esos días al actual, Lori de igual forma empezó a responder sin apodo alguno, más no a ser igual de cortante y casi anti romántico como él.
Se quejó profundamente, ella se había sentado en la sala de su casa para revisar con más comodidad su celular, mientras que sus demás hermanas dejaban sus cosas e iban a sus respectivas habitaciones en lo que su madre les llamara para comer.

“Casi dos semanas…”, se dijo para si misma, ese era el lapso de tiempo (en una forma aproximada) en el que el comportamiento de Bobby había sufrido un mayor cambio.

Volvió a quejarse y revisó una última vez sus mensajes:

LORI: Ya es vacaciones, por fin estar sin la presión de la escuela… ahora podemos enfocarnos en otras cosas, ¿No lo crees? ✅✅ 14:17

BOBBY: Si, así es.  14:23

LORI: ¿Qué vas a hacer en vacaciones? ✅✅ 14:24

BOBBY: No sé   14:35

LORI: Bueno… espero que podamos vernos…  ✅✅ 14:35

BOBBY: Si  14:47

LORI: … ¿Y, cómo te fue hoy? ✅✅ 14:48

BOBBY: Bien  14:57

LORI: … que bueno… 😩  ✅✅ 14: 58

BOBBY: Si  15: 07

LORI:  ☺  ✅✅ 15:08

BOBBY: ¿Y a ti?  15:20

LORI: Bien, gracias, ya llegamos y esperamos comer 😅 ✅✅ 15:21

BOBBY: que bueno, luego hablamos 15: 27

LORI: bueno… 😕 ✅✅ 15:30


Fue así que Lori dejó desplomar sobre el sofá, exhaló y guardó su celular. Tenía miedo, miedo de perderlo y sobre todo, se sentía triste, demasiado, quería llorar y mucho.
Intentó no deshacer las lágrimas que se intentaban formar en sus ojos, no quería hacerlo y mucho menos que sus demás hermanas le preguntaran qué tenía. Sería todo un fastidio.
Cuando por fin lo consiguió, fue el momento más oportuno. Su madre les estaba llamando a todos para que bajaran a comer.

Antes de que toda la estampida Loud llegara, Lori se apresuró a levantarse y dirigirse hacia su lugar. Se sentó y apoyó su barbilla en una de sus manos, pues, había apoyado su codo en la mesa.

Dio una respiración muy pesada y esperó a que todos llegaran.

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Loan no había dicho nada hasta ahora, estaba totalmente concentrada en el relato de su madre, que ni se dio cuenta que en esos momentos ella no estaba temblando.

Sus manos sostenían a Bun Bun, su mirada estaba fija en un contacto visual profundo con su narradora. Tampoco había escuchado hablar sobre ese tal Bobby. Todo esto era raro para ella.

Ni siquiera sabía que su madre había tenido otro novio, esos detalles fue lo que hizo que la histérica Loud se centrara al cien, esperando calmar las dudas que le afligían en esos momentos.