WooHyun se adentró a la iglesia, había bastantes personas y ya casi estaba por llenarse. Miró con detenimiento, nunca había asistido a ese tipo de costumbre humana, rezar, ir a misa... no eran cosas propias de él. De pronto su atención se fijó en un chico justo al frente que le daba la espalda, no podía creerlo, era él, no había ninguna duda, su ángel estaba unos metros al alcance de sus manos.
Sintió su propia excitación crecer, se mordió el labio al recordar aquellos gemidos tan lindos cuando él lo tocaba. Le encantó descubrir que ese hermoso ángel era virgen en todos los sentidos. Sabía que ya no necesitaba de su ayuda, no estaba en peligro de muerte ni tampoco débil, pero pese a eso no podía dejar de desear poseerlo, y eso llegaba a sorprenderlo pues nunca había sentido tal interés por un chico. Tenía que terminar lo que había empezado.
Cuando las personas finalmente comenzaron a abandonar la iglesia, WooHyun permaneció en el mismo sitio, SungGyu tampoco se movía y no parecía querer hacerlo. Miró a los padres de este, le dijeron algo y salieron como las demás personas. Antes había dicho que no lo volvería a ver, pero el destino nuevamente le sonreía.
—¿No vienes? —preguntó su madre a punto de salir.
—Me quedaré un rato, ve a casa —respondió sin apartar la vista de SungGyu, no quería que se le escapara. Su mamá se fue sin insistir y luego de unos minutos la iglesia quedó sola.
WooHyun lo contempló, este rezaba con sus ojos cerrados, ¿era así siempre? SungGyu era bastante devoto. El íncubo vio, luego de varios minutos, como él se levantaba y salía por otra puerta diferente a la principal. WooHyun lo siguió sin titubear.
La puerta daba a un patio pequeño y antiguo, pero con plantas muy bien cuidadas, en medio de todo se encontraba una fuente en perfecto funcionamiento. WooHyun observó a SungGyu que se acercaba para mirar su reflejo, tenía un aspecto tan triste. Ya se encargaría él de alegrarle el día... y la noche.
Se acercó sin hacer ruido detrás de su hombro y esperó a ver su reacción. SungGyu volteó apenas unos segundos después, bastante sorprendido.
—Hola, cuánto tiempo, ángel.
WooHyun dejó escapar una risita al ver la boca abierta de SungGyu, ese chico era tan gracioso. Pudo percibir su nerviosismo y eso ensanchó más su sonrisa. SungGyu parecía un tipo de animalito asustado, imaginando seguramente el suceso pasado entre ellos en esa misma iglesia.
—¿Cómo...? ¡Eres el maniático violador! —gritó apuntándolo con el dedo. WooHyun enarcó una ceja—. Por un momento pensé... creí que lo había imaginado todo.
En el fondo SungGyu sabía que no era así, la mancha de sangre era la prueba de que lo había llevado a su casa, que ese chico era real, pero intentó engañar a su mente para que dejara de pensar en tonterías con respecto a él.
—Soy tan real como tus sueños, como aquel sueño —susurró lo último en su oído.
SungGyu no supo en qué momento WooHyun había llegado hasta él, al punto de tomarlo de la cintura y acercar su aliento a su ojera causándole un cosquilleo en todo su cuerpo. Tragó saliva, conociendo los arranques del chico podría volver a intentar hacerle algo como la vez pasada, y ahora parecía completamente sano.
Aquel sueño... por un segundo recordó el repulsivo sueño erótico que había tenido y que por consecuencia obtuvo una golpiza por parte de su padre. No, no podía referirse a ese sueño, además, era imposible que él lo supiera.
—Suéltame —susurró con la vista hacia abajo, no quería tener que repetir la escena de aquel día, su beso, ese que le había causado una terrible sensación a humedad, a suavidad.
ESTÁS LEYENDO
❥That boy is a Monster | ➳[WooGyu]
Fanfiction⇊FAVOR DE LEER⇊ ↝**AVISO IMPORTANTE**↜ ↬¡TENGO! la ¡AUTORIZACIÓN! de su autora original, LizCovath, la cual le doy las gracias por ¡PERMITIRME! adaptar su obra original, That boy is a Monster, al WooGyu. ↬Por lo tanto, esta historia NO me pertenece...