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PDVK.

¿Por qué el amar a una persona te hace sentir varias emociones? Felicidad, inseguridad, enojo, miedo, tristeza.. Son varios sentimientos que siente el pelinegro. Amaba al piloto más importante, y.. Era correspondido; pero, no quitaba el hecho de sentir inseguridad.

Para distraerse, gustaba de pasear fuera del instituto, para sentarse en el pasto. El aire fresco, la luz natural, incluso el sol le agradaban; era algo que siempre agradecía, poder sentir ese fresco aire, poderse quejar del calor, disfrutar de estar recostado en el pasto. Para su suerte, era un buen día.

Ya estaba la primavera, por lo que las flores ya habían abierto su capullo, captando la atención del pelinegro. Decidió sentarse cerca de dichas flores, y al estarlo, abrazó sus propias piernas, admirando el cielo; ¿Siempre fue así de azúl? Acaso.. ¿Llegaría un momento en el que ese azúl tan hermoso, se apague y se haga uno oscuro.. Vacío?. Estaba desanimado, necesitaba ordenar sus pensamientos. El amor que Shiro siente por su persona.. ¿Desaparecería en algún momento? ¿Por qué el? ¿Qué tiene de bueno? ¿ACASO NO HAY MEJORES PERSONAS?.

Las lágrimas brotaban como un río sin fin, bajando por sus mejillas hasta llegar a su barbilla y caer, para desaparecer en un suspiro que se llevaba el viento, para no volver a ser recordado. Estaba confundido; ¿Por qué llorar? Su corazón dolía.. Se estrujaba.. Era tan.. Complicado de comprender.

—...Shiro. Te necesito.—

Susurró para si mismo, dejando salir una pequeña risa; esperaba invocarlo y que viniera, pero.. Sorprendentemente, lo hizo; estaba a unos metros de su persona, y las lágrimas cesaron.

La tristeza había desaparecido, pero ahora la vergüenza se apoderaba de su cuerpo. ¿Por qué se acercaba con tanta velocidad? ¿Por qué le correspondía? ¿POR QUÉ LE AMABA TANTO?.

Un abrazo le hizo salir de su trance, sintiendo nuevamente las lágrimas burlonas derramarse por sus mejillas, al mismo tiempo que correspondía a su abrazo, sintiendo su cuerpo temblar como vil gelatina siendo tocada.

—¿Por qué te tienes que ir?.—

Esa simple pregunta la dijo sin pararse a pensarlo, y segundos después, se dio cuenta; quizá.. La pregunta ofendió, pero el abrazo le provocaba.. Tranquilidad, como si sacara todas sus ideas negativas y dejara que el aire se las arrastrara junto con ella.

—...No quiero perderte.—

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PDVS.

Nunca se había sentido tan presionado, preparando todo para dicho viaje, recibir apoyo de amistades, pero... Últimamente vio a su enamorado... Extraño. Lo conocía demasiado bien, en cualquier momento iba a romper en llanto, y eso le desagradaba al menor.

Cuando finalmente tuvo un tiempo muerto, emprendió en la búsqueda de su pareja; lo más probable, es que estuviera caminando por el pasto.

Los pasos lentos, se volvieron unos acelerados; después, esos pasos acelerados lo fueron aún más. Cuando se dio cuenta, estaba trotando mientras que buscaba con la mirada a dicho pelinegro, y cuando creía no encontrarle, le vio.

Fue una imagen linda; verlo rodeado de flores lo hace más perfecto. Pero.. Al ver que estaba llorando, su felicidad se fue apagando, transformando esta en una grande preocupación. Por lo que, sin dudarlo, se acercó a el.

Segundos después, estaban frente a frente, y sin preguntar, se hincó, para acto seguido, rodear su pequeño cuerpo(comparado con el suyo), posando la mano izquierda sobre su cabeza. Escuchaba atentamente a cada palabra, sin que se escapara una sola, y cuando finalmente se desahogó, respondió.

—Tristemente, tengo que ir. Me he preparado por ello tanto tiempo; pero.. Déjame decirte una cosa. No importa qué tan lejos estemos.. No dejaré de amarte. Por qué eres el chico que me ha enamorado, con su poca paciencia, esa bordura, pero.. Siempre tan amable y tierno que.. Simplemente no pude evitarlo.—

Dejó aquel abrazo, para arrancar con cuidado una flor, y colocar esta entre los cabellos del menor, sonriendo ampliamente.

—Agradezco que venga la primavera, por que hace a mi flor más hermosa que de costumbre.—

Escuchar sus risitas le animaban, por lo que, sin preguntar, le volvió a abrazar juntando sus labios sobre los ajenos. Segundos después, se separó, para plantar variados besos por sus mejillas, rostro, oreja, cuello; el simple hecho de sentirle removerse le causaba gracia, por lo que se detuvo.

—Quiero pasar esta primavera contigo. Y serán mas.. Muuuchas mas.—

Y finalizó lo dicho con otro beso. El aire era constante, provocando el movimiento de las plantas, haciendo un escenario bastante romántico, en el que se podía sentir el amor de dos chicos, disfrutando el tiempo libre.

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Espero les haya gustado. Yo lo hice con todo el cariño posible; créditos al autor/a del dibujo. Besos. 💫

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