Capítulo 3

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Miró la hora y bufó. Él lo había invitado y se atrevía a llegar tarde ¿Por qué narices había ido en primer lugar?

Metió las manos en los bolsillos y empezó a caminar de vuelta.

– ¡T.J.!– Miró con molestia al moreno, que se acercaba corriendo.

–Llegas tarde, idiota.

-Ya, ya. Lo siento. Ven, vamos-. Tomó su mano y empezó a arrastrarlo, el pelirrojo protestó pero no sirvió de nada, tenía más fuerza que él.

– ¿A dónde vamos?

–Es una sorpresa.
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– ¿Es broma?

– ¿Por qué? A todo el mundo le gustan los parques de atracciones.

T.J. lo miró con escepticismo. Ese chico se estaba burlando de él. Aún así se dejó arrastrar y entraron.

– ¿A qué montamos primero? ¿La montaña rusa? ¿La casa del terror? ¿La noria?

–Me da igual. Menos a la montaña rusa podemos ir al que sea.

– ¿No te gusta?

–Para nada.

Sam asintió y lo llevó hasta la casa del terror. Sabía que llevarlo a lugares oscuros no era una buena idea pero tenía que asegurarse de que sus fuentes no estaban equivocadas.

Semejaba enteramente una casa abandonada normal. De fondo se oían lamentos espectrales y los gritos del grupo que iba por delante.

–Si tienes miedo puedes tomarme de la mano–. Sonrió seductor, tendiéndole la mano.

–Vete a la mierda–. Dijo con asco, adelantándose.

Sam había conocido a otras llaves pero ese chico era sin duda el más intratable y por ello le encantaba.

El camino era oscuro y accidentado. En un punto se bifurcaba.

– "Camino de la muerte" "Senda del terror"... ambas suenan bien ¿Cuál prefieres?

–Vayamos cada uno por un lado. Así no tendré que verte.

–Esos comentarios me duelen en mi corazoncito, T.J. de todas formas no quiero ¿Y si te ataca algún zombie?

–Hasta ahora no ha aparecido nada. Se han ido a comer.

Accedió a dejarlo ir por donde él quería y lo siguió en silencio. Todo estaba inquietantemente tranquilo. Algo no iba bien.

En cuanto se separaron todos los poros de T.J. se erizaron. Algo lo observaba. La atmósfera estaba cargada de un olor horrible. Se tensó aún más. Conocía ese olor. Era el olor de la sangre. De la muerte. Pero también era algo más.
Se detuvo en una desviación del corredor. Podía oír algo masticar ruidosamente. Se asomó con cautela y vio una figura alta, muy alta y deforme. Tenía los brazos doblados por dos puntos diferentes, como si tuviera dos codos en cada brazo, y estos eran grotescamente largos, al igual que sus piernas y su piel era totalmente negra y se ondulaba como si fuera humo. Tenía una boca enorme llena de dientes afiladisimos, deformes y llenos de sangre de la persona que se estaba comiendo.
Sintió que algo tiraba de él hacia atrás y una mano le impedía gritar.

–Aún no nos ha visto–. Era la voz de Sam–. Hay más de esas cosas por aquí. Debemos irnos cuanto antes.

– ¿No es parte de la atracción?– Se sintió estúpido cuando lo dijo. Doblemente estúpido por la debilidad de su propia voz y triplemente estúpido e irritado ante la sonrisa condescendiente de Sam.

–No, pequeño. Esto es muy real.

Empezaron a caminar de vuelta.

– ¿Y qué era esa cosa?

–Luego hablamos de eso. Haz silencio o nos encontrarán.

El mayor caminaba con total seguridad por la oscuridad de la sala mientras que T.J. tropezaba una y otra vez con los desniveles del suelo.

–Un elefante en una tienda de vidrios haría menos ruído que tú.

–Pues lo siento. No veo un carajo–. Contestó el pelirrojo irritado.

Sam sonrió y tomó su mano, guiándolo.

Por encima de la grabación se oía ahora el sonido de algo viscoso siendo arrastrado. El gruñido ronco de esas cosas y sus pasos sincopados.

–Por aquí ya hemos pasado, Sam.

–Ya lo sé. Estamos dentro de una ilusión.

– ¿Qué?

–Tenemos que encontrar algo que no cuadre sino nunca saldremos de aquí. Agua corriendo hacia arriba, una llama de una vela de color extraño o cosas así.

–No entiendo lo que está pasando.

–Ya te he dicho que...– Su respuesta se vio interrumpida cuando una de esas cosas lo empujó contra la pared con violencia como si no fuera más que un mosquito y T.J. quedó frente a frente con los ojos brillantes de esa cosa que lo miraba con ansia. Sacó una lengua morada, larga y repulsiva y se relamió los dientes. Su aliento era peor que el olor de un cadáver en descomposición. El chico retrocedió con pánico. No entendía qué estaba pasando pero esa cosa le provocaba una repulsión que no era capaz de explicar. Era horrendo, eso no iba a negarlo, pero era otra cosa. Algo ancestral. Se encogió contra la pared mientras buscaba algo con lo que defenderse.
Ese ser abrió su enorme boca en cuanto lo acorraló en la pared y empezó a balbucear algo incomprensible de lo que T.J. solo pudo entender "llave". Abrió aún más su boca hasta casi alcanzar el tamaño de un niño de cinco años y se acercó más. El chico estaba paralizado del miedo, no era capaz de reaccionar. Algo se clavó en el pecho de esa cosa y lo tiró hacia atrás. Era Sam. Le estaba diciendo algo pero él no lo entendía. Tiró de su mano y lo levantó, dándole una bofetada que lo hizo reaccionar. Lo miró entre confuso y molesto y el moreno sonrió.

–Así está mejor. Ahora tenemos que correr.

Tiró de su mano y empezaron a correr.

No dejaban de pasar por el mismo pasillo que desembocaba otra vez en la sala donde la cosa seguía tirada en el suelo.

– ¡Espera! ¡El espejo!

El reflejo del espejo iba al contrario. Sam se detuvo y se acercó al espejo.

–Debemos atravesarlo, vamos.

Tiró de T.J. hacia él y lo atravesaron.

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– ¿Me vas a decir ahora qué coño ha pasado ahí?

Sam sorbía tranquilamente un maxi granizado arcoiris, lo miró.

–Que la chica del puesto de granizados me dio su número.

– ¡Vete a la mierda!

El moreno empezó a carcajearse.

–Vale, vale. Adelante. Pregunta.

– ¿Qué eran esas cosas?

–Sombras.

– ¿Qué son las sombras?

–Podríamos decir que son demonios.

– ¿Y tú los cazas?

–Algo así.

T.J. se quedó un rato callado, procesando la información.

– ¿Qué es la ilusión?

–Un espacio creado por las sombras para atrapar a sus presas.

– ¿Ellos estaban muertos de verdad?

–Seguramente.

– ¿Y qué buscan las sombras?

–Llaves

–… ¿Llaves? ¿De qué?

Sam se encogió de hombros sin aclarar si no lo sabía o si no lo quería decir.

–Bien… has conseguido intrigarme. Seremos amigos–. Respondió finalmente el pelirrojo.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2018 ⏰

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