Reír para no llorar

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Después de que Iara se marchara mi madre sonrió tristemente y me abrazo

-No estoy molesta contigo hija, y me alegra realmente que hayas o quieras disfrutar de la vida... recuerdo que era mas o menos de tu edad cuando mi madre me dijo que tenia cáncer

En ese momento la mire confundida  y bastante asustada

-No te preocupes no es mi caso, pero recuerdo cuando el mundo empezó a desmoronarse para mi, sorprendentemente pude controlar mis sentimientos y también darle apoyo a mi madre hasta el ultimo momento, se que estaba feliz porque yo quede en buenas manos...

-Con papa?

Ella no dijo nada, pero una lagrima que cayo en su mejilla... hablo por si sola

-Desde entonces tengo bastante claro, que debemos disfrutar vivir y apreciar a las personas que nos rodean porque cuando no están hacen mas falta de lo que te imaginas... no solo soy tu madre, también soy tu amiga, ambas nos tenemos una a la otra y eso es importante, pocos padres son así de unidos con sus hijos ademas estoy orgullosa de ti, eres tan cuidadosa y atenta también inteligente y astuta solo me preocupa que seas demasiado inteligente para los hombres y te quedes sola *Risas*

-Mama!

-Es la verdad princesita, ellos se sienten amenazados por la inteligencia femenina

-Lo se...

-El punto es que te amo, y no soportaría ver como se te va la vida... intentando cumplir todas las reglas, puedes romper algunas, voy hacerte una lista

Las risas llenaron la casa, nos abrazamos y lloramos un rato... sonreímos y luego mencione a Joel

-Que opinas de Joel?

-Me parece un buen chico, pero aun no estoy segura de que lo sea aun le falta hacer algo...

-Hacer algo, a que te refieres madre? 

En ese momento alguien toco la puerta, mi madre me pidió que atendiera, entonces al abrir la puerta, como sacado de una película... Un ramo gigante de flores... y mi madre grito

-Eso le faltaba hacer!

Sonreí y aunque casi no me salían las palabras recibí las flores cuales tenían una tarjeta...

*I W B Y*

Realmente no entendí nada pero la emoción del momento me hizo dar brincos en la casa, mi madre me miro sorprendida con una extraña mueca, y empezó a dar brincos conmigo... Ambas estábamos tan emocionadas que llamamos a Iara cual llego a saltar con nosotros.

*-El, Quita Inocencia-* (Joel Pimentel & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora