Todo comenzó en una remota isla de mi mente, en las lejanas conexiones de mi cerebro donde se empezó a creer posible un cambio de lo que yo llamaba rutina.
El factor que llevo a creer esto, el que logró hacer caliente lo frío, húmedo lo seco, alto lo bajo, sensible lo insensible, iluminado lo oscuro y sobre todo, posible lo imposible. Fue aquella típica persona de las típicas situaciones de los típicos cuentos e historias de amor, que yo creía cursilerías y estupideces y que por primera vez en mi vida había comprendido por completo.
Nunca llegué a imaginar que este fenómeno por el cual muchas personas vivían llegaría a mi como si fuera una simple carta o una palabra, inclusive una mirada, una sensación, un suspiro, un aliento de lo que muchos llaman vida. El amor.
Como era posible que una persona me hiciera sentir tantas emociones, si es que así se le pueden llamar a estos destellos de vida que yo sentía en mi ser y que ella llegó a sentir en cierto momento por mi.
Empecé por intentar conceptualizar el amor, yo entendía todo por los conceptos de las cosas, esto me había resultado realmente fantástico para entender, aprender y poner en práctica muchas cosas. Busque por cielo, mar y tierra y no pude saber que era el amor.
¿Acaso a nadie nunca se la había ocurrido ponerle un concepto a esto?
Otra cosa que rondaba mucho por mi cabeza era si realmente era amor, tal vez solo era atracción, física, intelectual o sexual pero podía que fuese solo eso.
A quien engaño, claro que era amor, tantas cosas que sentía no podía ser simplemente atracción, y el amor era lo que explicaba esto de la mejor manera.Cuando me di cuenta que este sentimiento era correspondido todo empezó a llenarse de ansiedad, desesperación, pensamientos fugaces. Adrenalina. Esa sustancia que hacia que tu cuerpo se preparara para el peligro inminente o para lo que sea que pudiese venir, en retrospectiva, ¿el amor era un peligro? ¿me debía cuidar de el así como si fuese una fiera? Tal vez.
Después de mi explosión mental de adrenalina pasé al pensamiento y análisis de la situación como era de esperarse.
¿Cual seria mi respuesta a lo que fuese que se me estaba llamando?
Como siempre, eran muchas preguntas y ninguna respuesta.
Tome la decisión de irme por lo obvio, lo más predecible, y de lo cual tarde o temprano me arrepentiría o no saldría completo de la situación: acercarme al peligro.
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Lovers
RomanceTodo estaba analizado, ordenado y guardado perfectamente en mi almacén de ideas, en mi mente, en mi loca cabeza. Hasta que llego ella. Fue como si hubiese sacado todos los archivos de mi memoria y cambiado por mucho amor y atracción de todo tipo ha...