Todo estaba analizado, ordenado y guardado perfectamente en mi almacén de ideas, en mi mente, en mi loca cabeza. Hasta que llego ella. Fue como si hubiese sacado todos los archivos de mi memoria y cambiado por mucho amor y atracción de todo tipo hacia ella. Fue como si me hubiese dado en la cabeza con un martillo a tal punto de perder la razón y después haber empezado de cero, como si hubiera cambiado todos mis principios básicos por razones para estar con ella. Era perfecta. Era lo que necesitaba.