Maldita Magia Gatuna || Katekyo Hitman Reborn || Two-shot

Cascabeles

Se colocaron en posición de pelea al ver a esa rara chica salir de la pared, Verde y Soichi se colocaron frente a la castaña mayor mientras tsuna se colocaba frente a ellos.

–¡Urgh! Agradezco no tener cola – se quejo sacudiendo su ropa

–¿Quien eres? –Reborn le apunto con león convertido en su pistola favorita

–¿Eh? Am bueno mi nombre es Kirin – retrocedió unos pasos topando con la pared –. S-solo pasaba por los portales cuando escuche el alboroto aquí.

–¿Portales? – empujó a Ryohei para ver escuchar mejor a la chica –. Cuenta más, ¿viaje en el tiempo? ¿dimensiones?

–Wow, más lento frutilla – coloco ambas frente a ella parando la emoción del contrario –. Muchas preguntas y no debo hacer contacto con los humanos.

Huyo por una pared, convenientemente rota para correr hacia los jardines, Tsuna barrio con la mirada a la nube y a la niebla para luego correr tras ella.

–¡Detente! – no sabia como pero ahora la perseguían varios hombres y no encontraba su cascabel para volver

"¡Rayos! Debió haberse caído de mi bolsillo" pensó saltando a la copa del árbol para ubicarse mejor, cosa que no ayudo para nada ya que eran hectáreas de puro bosque y nada de una clara señal de donde estaba "¡Demonios! Justo hoy que tenia que ir a ver a Kirashime" refunfuño ya que era el único día que le habían dado para visitarle

–Tú maldita gata, baja ya – ordeno el hitman cabreado de perseguir a una gata

–¿Qué paso? Sin ofensas patillas – asomo su cabeza molesta de que le hayan llamado maldita gata, no era su culpa hace algún tiempo era una típica humana y luego ¡bum! Termino así por culpa de unos idiotas –. Lo haré, pero deben apartarse doce pasos.

–Hmn bien – rodó los ojos Kyoya cruzado de brazos mientras retrocedía

Al ver que hacían lo que había pedido salto de la copa al suelo, pero aún así no bajo la guardia, no se sabía lo que harían los humanos.

Era raro llamarlos con el término humanos cuando ella lo fue hace tiempo.

–Responderé todas sus preguntas, una a la vez – señaló a cada uno

–¿De donde vienes? – Verde estaba interesado en saber de la chica

–Según mi tía me encontró en un bote de basura – respondió recordando a la bruja de su tía pelos de elote –. Pero se que no se refiere a eso, del mundo espiritual el cuál esta hecho un caos ahora.

–¿A donde ibas?

–A visitar al único que puede parar la locura en el otro lado.

–¿Porque corriste?

–Son extraños y no se que intenciones tengan, he pasado por mucho y he conocido dementes y psicópatas, punto.

Pasaron casi una hora con las preguntas, algunas más interesantes y otras muy estúpidas. Kirin preguntó acerca de las orejas del castaño y le explicaron la situación.

–Ya veo, me suena a magia gatuna –hablo sentada en el pasto

–¿Magia gatuna?

–Si, bueno en realidad es una extensión de la magia, esta la de los zorros, los cuervos etc. El punto es que de vez en cuando hay quienes usan a los humanos para probar sus hechizos – contestó con un toque de amargura mientras hacia una mueca de disgusto –. Pero la de este tipo se arregla fácil, yo puedo.

–¿Enserio? Por favor quitamelas –pidió jalando sus orejas de gato

–Claro, pero primero debo encontrar mi cascabel – murmuró suspirando

–¿Es este? – alzo dejando a la vista un cascabel amarillo atado con un listón rojo

–¡Si, gracias! – tomo el cascabel entre sus manos mientras hacia una reverencia ante el hombre de patillas –. ¡Bien a darle!

En su mano izquierda apareció una flama de color violeta con tonos negros, mientras que en su manos izquierda sostenía el cascabel, introdujo la flama en el objeto mientras este brillaba. Lo acercó al castaño frente a él y la flama le envolvió por completo, las orejas y la cola desaparecieron y parecía todo normal.

–Ya esta listo, solo que debes de alejarte del azacabache por unos días – lo ultimo lo susurro al oído al castaño evitando que los demás escucharan

Guardó el cascabel en su bolsillo mientras se disculpaba por causar que la persiguieran por todo el jardín.

–Les aseguró que encontraré al culpable y será llevado ante las autoridades correspondientes – declaro ya dentro de la mansión frente a todos

–Oya, hasta entre los espíritus hay ley.

–Si quiere llamarle así a los cuervos – susurro desviando la mirada

Después de disculparse por las molestias y beber una taza de té, que Verde le bombardeara con preguntas regreso al portal de donde salio.

(...)

Estaba en su oficina firmando los formularios para la reconstrucción de la pared y el jardín, el cuál cierto par de guardianes había destruido hace dos días, cuando sintió un calor recorrer su cuerpo.

Empezó abanicarse con algunas de las hojas que ya había firmado, pero no funcionaba, decidió abrir la ventana pero tuvo el mismo resultado, salio de su oficina encontrándose con Hayato quien le llevo a su habitación para que descansara, ya que estaba rojo por completo.

Le aseguró a Hayato que estaría bien que lo dejara en la puerta, con una sonrisa logro tranquilizarlo, en cuanto su mano derecha se fue entró a su habitación y se dejo caer en la cama, un gemido escapó de sus labios cuando su piel rozó con las sabanas.

Oh no, justo lo que le había advertido Kirin.

"Pasar dos días con esas orejas y cola no te afectará en nada, excepto algo llamado celo, debes alejarte de quien creas que es un peligro, o de tu pareja. Sería peligroso que estuvieran juntos ya que tu cuerpo aún se acostumbra a este cambio."

Creyó que no le pasaría, pero allí estaba, a mitad de la cama gimiendo por el roce de las sabanas y excitado.

Genial, simplemente genial.

–Tsunayoshi

Jesús.

Se levantó de golpe y vio a Kyoya quien estaba en el marco de la puerta viéndole fijamente, cuál cazador a punto de devorar a su presa.

Lentamente cerro la puerta para colocarle seguro.

Tsuna no había podido sentarse con comodidad, ni caminar por una semana.

¡Maldita magia gatuna!