Los opuestos se atraen

"Perfecto"

Dinero nunca le faltaba, pertenecía a una familia muy poderosa, así que ese no era el problema. Era un deleite para los ojos de cualquiera, nadie podía negar que él era muy apuesto. Entre los chicos era digno de envidia, entre las chicas era un premio, alguien a quien presumir y entre los mayores era definitivamente un muy buen partido; y por si eso fuera poco su inteligencia era sumamente sorprendente, era un verdadero prodigio, muy calculador. 

" Perfecto."

Él era el sinónimo de "perfección" o al menos así lo pensaban todos, solo pocas personas sabían que no era así y esas personas eran su madre, su hermano, su mejor amigo y su padre; sobre todo su padre. 

Su madre Mikoto era la mujer más tierna y comprensible que cualquier persona pudiera conocer, amaba a su madre la quería demasiado, solo con ella sonreía, solo con ella se mostraba débil, solo con ella podía mostrarse tal y como era, como una persona con sentimientos. Para Sasuke, su madre era la única mujer en quien confiar, porque ella era su todo, siempre lo animaba a mejorar, le mencionaba que en realidad su padre no es cómo se muestra, que siempre pensaba en él y que se sentía orgulloso aunque no lo dijera o demostrara, pero así eran los Uchiha, personas frías; aunque le quisiera creer a su madre, Sasuke no estaría satisfecho hasta comprobar por él mismo, y haría hasta lo imposible por averiguarlo. 

Él podría tenerlo todo menos una cosa; aprobación, y eso para él era muy importante ya que siempre fue opacado por su hermano, aún no comprendía porqué su padre admiraba a su hermano, Sasuke sabía que Itachi era igual que él y precisamente por eso no entendía porque su Padre se empeñaba en empequeñecerlo, siempre su hermano era mejor que él, o eso le decía Fugaku; sin embargo no se daría por vencido encontraría la forma de averiguar por qué su Hermano es mejor y cuando lo averiguara mejoraría, y lo superaría y le restregaría en la cara de su Padre que estaba equivocado, cuando eso llegase a pasar se sentiría realizado, tranquilo y dispuesto a seguir su vida como una persona normal, sin remordimientos ni objeciones.

Perseverancia eso definía a Uzumaki Naruto, desde que eran niños ambos tenían una especie de amistad que solo ambos entendían a lo mejor las demás personas podían pensar que ese par se odiaban, pero eso no era así, de hecho la manera en cómo se trataban definía su amistad un tanto extraña, aunque Sasuke le haya dejado muy claro que un dobe como él nunca podría llegar a ser su amigo, Naruto nunca se rindió y siempre trató de formar un lazo con él, lo que al final resultó en una especie de amistad-rivalidad. Con el tiempo llegó a sus vidas Sakura una chica bastante molesta a los ojos de Sasuke y el amor de su vida para Naruto. Sasuke nunca hubiera definido a Naruto como perseverante de no ser por Sakura, aunque ella siempre estuviese cegada por él, Naruto nunca se daba por vencido y llegaría hasta el infinito solo por ella, la verdad era que no entendía que le veía Naruto, era la típica niña mimada de sus Padres que siempre lograba todo lo que ella quería, siempre trataba a los demás como menos, se creía el centro de atención de todos y era muy terca, no entendía indirectas, era muy mandona, grosera y hasta a veces se podría decir que tenía una doble personalidad, con Sasuke se mostraba como una Santa y con los demás era un completo dolor de cabeza. Pero como a Sasuke nada se le pasaba por alto la conocía muy bien, así que si no se la podía quitar de encima y si su mejor amigo se sentía a gusto con ella, la toleraría sería un muy grande trabajo hacerlo pero lo haría, a parte le agradaba la idea de poder manipular a la manipuladora... sí, a veces Sasuke podía ser retorcido.