capítulo 1

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Llevo días en esta habitación, mirando sólo esa pared gris, todo es incierto para mí, me han acusado de asesinato pero, no fui yo, dado a mis antecedentes clínicos piensan que mi mente está mal por eso no estoy en la cárcel ahora mismo, en cambio estoy en este hospital mental, esperando que se me asigne un psicólogo que determinará si debo ir con un psiquiatra, ellos solo quieren que confíense como lo mate, cada que les digo que no fui yo vuelven a encerrarme aquí, sin comida, sin agua, sin nada que hacer más que atormentarme con mis recuerdos.

─ ¡Oye! Ven aquí, el psicólogo quiere verte.

Me levanto con pesadez de la mullida cama para ir con la enfermera, no digo nada solo la sigo hasta un consultorio.

─Pasa.

La miro sin ganas entrando a la habitación, escaneo el lugar y la enfermera por fin cierra la puerta, detrás del escritorio hay un hombre joven, de 28 años más o menos.

─Pasa y siéntate.

Su voz serena me hace salir de mi ensoñación, hago lo que me pide con lentitud

─Buenas tardes, a partir de hoy, voy a tratarlo, mi nombre es Jang Keun Suk, su psicólogo. Podrías presentarte.

─Kim SeokJin, pero usted ya debe saberlo.

─Lo sé, pero quiero escucharlo de ti, más que mi paciente quiero que seamos amigos.

─ ¿Ese es su truco? Todos quieren que confíense algo que yo no hice.

─No es un truco. Perdona si lo entendiste así, hablemos un poco sobre ti, cuéntame, ¿Qué edad tienes?

─22 años.

─ ¿Quieres contarme cómo ha sido tu vida?

─Patética.

─ ¿Porqué? –pregunte curioso por su manera tan hostil de hablar

─ ¿A usted esto no le importa o sí? Los demás solo quieren, saber que pasó el día que él murió.

─Yo quiero saber de ti así que cuéntame desde el principio.

─ ¿El principio de que cosa?

─La relación que tenías con Kim Namjoon.

─Él es mi hermano.

─ ¿Cómo era su relación? Empecemos por ahí, cuéntame de su niñez

─No recuerdo mucho, tampoco es muy importante.

─Vamos a intentarlo SeokJin, por favor recuéstate y háblame de todo lo que recuerdes.

Primera consulta.

28 de abril del 2017

─ No recuerdo mucho de mi niñez, tengo uso de razón a partir de los 4 o 5 años, Nam es un año mayor que yo, no nos parecíamos mucho, él siempre fue rebelde, en cambio yo era más retraído y callado.

La infancia fue difícil, mamá trabajaba mucho, la veíamos irse en las mañanas a trabajar, pero nunca la veíamos volver, nos encargaba con una de sus "amigas", ella iba por nosotros al colegio siempre de mal humor y nos gritaba, mamá le pagaba por cuidarnos, eso incluía la comida, pero nos daba la sopa agria, la fruta casi podrida, y si no lo comíamos nos golpeaba. –cerré los ojos como si con ello pudiera borrar esas imágenes en mi mente

Fue cuando Nam comenzó a portarse mal, aventaba los platos, si nos golpeaba él le regresaba los golpes, entonces mamá cansada por la situación optó por dejarnos valernos por nosotros mismos, yo tenía 7 y el 8 cuando tuvimos que aprender a cruzar la calle para ir al colegio y volver a casa, lavar nuestra ropa, cocinar y hacer nuestras tareas, solos, siempre solos.

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