Persiguiendo el pasado

Coordina: @Soniaaa_23  ( Sonia Borràs )

Hoy cumplo dieciocho años, pero no solamente es una fecha importante para mí, también lo es para el resto de mi familia, ya que hace dieciocho años también se fue una persona muy querida: mi abuelo.
Uno de mis grandes anhelos habría sido llegarle a conocer, puesto que siempre me he sentido muy conectado a él aunque no sé exactamente el porqué.

Por fin ha llegado a su fin esta horrible y espantosa clase y me dispongo a coger el tren para recopilar toda la información posible cuando llegue a casa sobre cómo mi familia vivió el terrible periodo de la guerra civil.

***

Soy un hombre que ha nacido en una época en la que aunque seas de mi familia, si tienes un pensamiento diferente a mí debes ser eliminado; para ser exactos me encuentro en el 12 de setiembre de 1937, en una ciudad que antes fue gloriosa y amable como lo fue la ciudad de Barcelona, donde nos encontramos asediados por nuestros propios compatriotas que buscan un cambio de régimen y un cambio político.

***

Rebuscando en el desván, me he encontrado un diario de mi abuelo con una foto de un hombre a quien yo nunca le había puesto ningún rostro, para mí solo era un nombre.
A medida que voy leyendo cada una de las páginas de este rancio diario, me voy sumergiendo en la incertidumbre de no saber si vas a llegar al día siguiente o si tu familia te sigue anhelando en casa.
Daría lo que fuera por poder hablar con él, por hablar con él, por poder conocerle, por sentir como dice mi nombre... ¿Cómo podría comunicarme con el pasado?

***

Mientras me dirijo al frente y veo cómo las almas de todos mis compañeros abandonan este mundo me encuentro solo y perdido pero ante mí sucede un extraño fenómeno. Una especie de humo dorado aparece ante mis ojos y toma la apariencia de una carta con el remitente a mi nombre, enviada por Leonardo Cambra.

***

Acabo de quemar una carta con el único objetivo de que cumpla su función: que llegue a manos de mi abuelo con el propósito de que este me envíe una respuesta, la respuesta que tanto he anhelado y que nunca he obtenido.

***

Leída la carta, he comprendido de quien es. Es de mi nieto, una persona a quien no conozco pero me encantaría conocer y decirle lo único que nunca puede hacer

***

En su respuesta solo pone unas palabras: Leonardo, te envío todo mi amor. Deseando estar a tu lado.