Harry lo tiene claro. Él te recogería en la puerta de su casa, te llevaría a un parque precioso y alquilaría patines para ir a patinar por esa zona. Después, comprarían helados y chucherías y comerían en un banco, con los vistas al lado. Al acabar, te llevaría de vuelta a tu casa y te daría un beso en la puerta del portal.