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Chanwoo no sabía que le pasaba. Por primera vez en su vida quería que llegará el próximo día de clases, y más siendo viernes que lo último que un estudiante quiere es volver.

Todo había empezado cuando una nueva familia llegó al edificio. Él no estaba interesado en saber sobre ellos, pero un día cuando subió al ascensor se encontró con la sorpresa de que un chico estaba en él.

Cuando este saludó solo asintió con la cabeza. El trayecto se le hizo interminable, su mirada se dirigía inconscientemente al desconocido. Observó el rostro, pasando por los ojos, la nariz y labios, donde se detuvo. Se quedó ensimismado con la forma tan bonita que tenían. Las puertas abriéndose fueron quienes le hicieron despertar.

—Hasta luego —dijo el otro, no le dio tiempo a despedirse porque ya se había ido y dejado solo en aquel lugar.

Estuvo en clases distraído pensando en su vecino. Las horas se hacían eternas, él lo que quería era volver a casa y encontrarse de nuevo con su guapo vecino.

Cuando acabaron las clases abandonó el instituto a paso rápido. Llegando a su edificio lo vio entrar, no dudó ni un segundo en acelerar su paso. Entró y las puertas del ascensor se estaban cerrando. Corrió y puso su brazo para que se abrieran de nuevo, haciéndose un poco de daño. Su vecino pulsó el botón para que se abrieran las puertas y pudiera entrar.

—Gracias —se apoyó en la pared y se quedó todo en silencio. Esto no era lo que tenía planeado. Se suponía que hablaría con él o algo. Se quedó mirando como la cifra que marcaba el número de planta aumentaba. Quedaba menos para llegar a su casa y ahí seguía sin articular palabra.

—Me llamó Yunhyeong, soy un nuevo vecino —Chanwoo abrió los ojos sorprendido. Era su oportunidad de entablar una conversación con él, no podía desaprovecharla.

—Soy Chanwoo, vivo una planta más abajo —Yunhyeong le dedicó una sonrisa que le resultó muy bonita.

—Encantado, Chanwoo —la puerta del ascensor se abrió, indicando que ya era el fin de la conversación que tanto había estado esperando —Hasta luego.

Chanwoo lo despidió con la mano, se cerraron las puertas y suspiró. Cuando le dijeron que había venido una nueva familia al edificio no le dio ni la más mínima importancia. Pero ahora estaba muy interesado en uno de sus miembros.

Ya en su casa se fue a su habitación a estudiar. Aunque no conseguía concentrarse. Pensaba en cómo había perdido la oportunidad de hablar con el chico, solo consiguió saber su nombre.

Su madre llamó a la puerta interrumpiendo sus pensamientos para decirle que había hecho una tarta a los nuevos vecinos y que se iba a ausentar un rato. Sin dudarlo dejó atrás los estudios y la acompañó. Su madre se quedó un poco sorprendida con su hijo, ya que no le gustaba socializar mucho con los vecinos.

Subieron a la siguiente planta por las escaleras. Cuando su madre llamó a la puerta de repente apareció un nerviosismo que él no esperaba. Se empezaron a escuchar pasos acercándose.

Un hombre abrió la puerta y por detrás se podía ver a una mujer mirando curiosa. Su madre se presentó y miró a su hijo diciéndole con la mirada que también lo hiciera.

—Me llamó Chanwoo, encantado —los padres de Yunhyeong le sonrieron, tenían una sonrisa igual de bonita que la de su hijo.

Él pensaba que darían la tarta y regresarían a casa, pero no fue así. Amablemente les invitaron a entrar.

—Chanwoo nuestro hijo está a su habitación, tenéis casi la misma edad podéis haceros ami... —interrumpieron a la mujer.

— ¡Chanwoo! No esperaba verte aquí —Yunhyeong apareció por la puerta del pasillo con su sonrisa reluciente.

— ¿Os conocéis? —preguntó la madre curiosa.

—Sí, bajamos en ascensor a la misma hora el nuevo vecino agarró la mano de Chanwoo sin previo aviso y lo llevó a su habitación —, a mis padres les gusta mucho hablar así que se van a quedar un buen rato.

Lo empujó a su habitación y cerró la puerta. Se tiró de golpe a la cama mientras su invitado analizaba la habitación. Dado que se acababan de mudar estaba llena de cajas y estaba desordenada.

—Chanwoo, ¿tienes tiempo mañana? —lo miró desde la cama —, acabo de llegar y quiero ver el barrio. Me gustaría ir con alguien que conozca la zona.

—Claro —sonrió. Estaba feliz de poder ayudar a Yunhyeong, de pasar más tiempo con él y conocerlo. Se percató de una mirada sobre él.

—Eres adorable —las mejillas de Chanwoo se empezaron a teñir de un rosa intenso —¡Oh dios mío! Estás super rojo, mira tus orejas — se levantó con rapidez y colocó sus manos en las mejillas del contrario, quien se separó corriendo y ocultó sus coloradas mejillas bajo sus manos.

Yunhyeong no puedo evitar reír. Chanwoo seguía ocultando sus mejillas.

—No me gustan los halagos, y menos que me digan adorable. No lo soy —dijo de mal humor apartando la mirada.

— ¿Entonces que te gusta? —Chanwoo pensó en la pregunta que le acababan de hacer. Miró a su vecino y la sonrisa que ocupaba su rostro, sin pensarlo respondió.

—Tu sonrisa —se arrepintió al momento —osea que, ¡Joder! —Yunhyeong empezó a reír descontroladamente. En cambio, su invitado no se estaba divirtiendo al contrario quería desaparecer de ahí. Su móvil sonó.

" Junhoe "

¡Está noche fiesta! Deja de estudiar y mueve el cuerpo 💃
Y a ver si pillas cacho de una vez, que estás amargado.

Chanwoo río.

— ¿Te apetece salir de fiesta? —Yunhyeong paró de reír y aceptó gustoso la petición.

Abandonó la casa de su nuevo vecino para volver a la suya y cambiarse el atuendo a uno más adecuado para salir. Su amigo Junhoe tenía razón, llevaba mucho tiempo sin pasar un buen rato. Solo había que ver como se ponía ante la presencia de su nuevo vecino. Claro que este lo tenía todo, guapo, agradable... Pero él no quería nada serio, además después de meditarlo la idea de tener algo con alguien que vivía en el mismo edificio no le resultaba atractiva. Lo quería de amigo, después de haber estado con él lo vio de esa manera.

Ya preparado bajó al portal del edificio y se encontró con Yunhyeong. Fueron al lugar de encuentro con su amigo. Este les estaba esperando en la entrada, miró extrañado al acompañante de su amigo.

—Junhoe, él es Yunhyeong mi nuevo vecino —Chanwoo no pudo descifrar la mirada de su amigo.

—Encantado soy Yunhyeong —extendió su mano, Junhoe la estrechó y miró a Chanwoo.

—Vamos —dentro había muy buen ambiente. La música estaba a todo volumen, la gente rozaba sus cuerpos de manera provocativa y bebían sin parar, como si no hubiera un mañana.

Chanwoo seguía a su amigo, como instinto dirigió su mano atrás, sonrió al ver que la agarraron. Notó que su vecino se había tensado no más entrar al local al ver tanta gente, por lo que quería que se sintiera cómodo.

Junhoe pidió para los tres. Se quedaron en la barra bebiendo por un buen rato.

Después de varias rondas decidieron ir a la pista a bailar. Todavía con vaso en mano movían sus cuerpos al ritmo de la música. De un momento a otro, no existía distancia entre los vecinos y sus cuerpos se rozaban de manera sensual. Estaban completamente ebrios. Ninguno estaba consciente de sus acciones cuando juntaron sus labios y empezaron un beso que se volvió agresivo. Sus lenguas se enredaban y jugaban. La mano de Chanwoo se posicionó en el cuello del contrario empujando para atraerlo más a él.

Cada vez el calor y la excitación aumentaba más entre ellos.

El ascensor [YUNCHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora