Por fin en cama. Miro la hora, las 4 de la madrugada. Me acuesto y me pongo a mirar al techo recordando todas y cada una de las cosas que han pasado durante la cena. Las miradas, las conversaciones, las sonrisas... Todavía no me creo que Zayn fuese el niño del que tantas veces me han hablado mis padres, y que 18 años después nos hayamos encontrado otra vez por caprichos del destino, sin ni siquiera reconocernos. Todavía no me creo que ese chico tan amable que me acompañó esta tarde a casa lleve en mi vida desde hace 21 años, desde que nacimos, desde antes. Recuerdo y visualizo una foto que me enseñó mi madre hace tiempo en la que sale ella con Tricia, ambas embarazadas. Ahí empezó todo. Nuestras vidas se cruzaron justo en el momento en el que ambas barrigas se juntaron, mucho antes de lo que cualquiera de nosotros pudo imaginar nunca.
Suena el despertador y me levanto a la primera. Nunca suelo hacerlo, siempre lo pospongo varias veces, pero hoy me he levantado con unas fuerzas inusuales. Me ducho y me visto, me maquillo un poco y bajo a desayunar. Me encuentro con mi madre, que ya esta haciendo su desayuno.
-¿Te hago una tostada a ti?
-Estaría genial, mamá.- cojo mi taza y me preparo mi leche.- ¿Hay café? Quiero echarle un poco.
-Sí, lo estoy preparando.
Esperamos un par de minutos y cuando por fin está el café me echa un chorrito y nos ponemos a desayunar juntas. Baja mi hermano y se une a nosotras. Miro el reloj a cada rato para que no se me pase la hora, no quiero hacer esperar a Zayn.
-¿Tienes prisa?- pregunta mi hermano, mirando alternativamente a mi madre y a mi, en busca de una respuesta.
-Es que he quedado dentro de 10 minutos para ir a clase.
-¿No te llevo yo?- dice mi hermano.
-¿Con quién has quedado?- interrumpe mi madre, con un notable gesto de preocupación.
-Con Zayn.
-¿¡Con Zayn!?- casi gritan los dos a la vez, mirándome, sorprendidos.
-Sí, lo conocí el viernes en la facultad, me acompañó a casa y quedamos para ir hoy juntos.- bajo mi mirada para evitar que vean la sonrisa que se me escapa, sin poder evitarlo.
-Así que Zayn, ¿eh?- mi hermano mira a mi madre y ambos sonríen divertidos.
-¡No seáis bobos! Fue muy amable, nada más. Él y sus amigos estan siendo muy buenos conmigo.- me levanto de la mesa y me dirijo al baño. Me lavo los dientes y salgo a esperarlo.
-¡Pásalo bien!- grita mi hermano, riéndose. Parece que le divierte la sutiación.
-¡Cállate Mike!- suelto, riéndome.
Salgo de casa y me siento en el escalón que separa la acera del jardín, cuando de pronto le veo salir. Unos estúpidos nervios ocupan mi estómago sin saber el motivo. Supongo que es porque desde el viernes, cuando ambos descubrimos que teníamos una historia en común, no lo he vuelto a ver. Se dirige hacia mi con una forma de andar muy peculiar, y cuando me ve empieza a sonreir sin parar hasta que llega a mi altura.
-Hoy has sido demasiado puntual, ¿llevas mucho esperando?
-No, acabo de salir ahora mismo.
-Estas muy guapa hoy.
-Gracias.- bajo mi cabeza cuando empiezo a notar cómo me sonrojo.- ¿Vamos?- levanto muy despacio la cabeza hasta clavar mis ojos en los suyos, hasta ver cómo él afirma con la cabeza, y echamos a andar.
-Mira, ahí está Harry. Siempre nos encontramos en esta esquina. Dos calles más adelante cogemos a Niall y unas cuatro calles más allá nos encontramos con Louis y Liam, que viven muy cerca uno del otro. Como tú y yo, casi.- me sonríe.
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All of me.
Romance«Because all of me loves all of you. Love your curves and all your edges, all your perfect imperfections. Give your all to me, I'll give my all to you. You're my end and my beginning, even when I lose I'm winning»