Mi Pretendiente... [Bon Y Tu]

[☔]000

-Estoy saliendo - Dijo la chica hacia sus padres cuales estaban en la sala hablando sobre un tema.

-Hija, te queremos decir algo - Le llamo su padre de la chica antes de que esta girase la manilla de la puerta principal.

-¿Qué cosa? - Pregunto la chica alejándose de la puerta mientras miraba a sus padres.

-¿Te acuerdas del señor Smith? - Le pregunto su padre.

-Claro que me acuerdo, su hijo y yo somos grandes amigos - Mintió la chica.

En realidad los dos son novios, pero como los padres de la chica no quieren que este con un chico hasta los 20 años, su relación lo mantienen en silencio.

-_____, el señor Smith y su hijo han muerto en un accidente automovilístico, esta noche será su velorio y mañana su entierro - Le contó su madre ya esperando la reacción de su hija cual seguramente no sea el más feliz o alegre.

La chica estaba impactada por la noticia, no quería aceptar que su novio estuviera muerto, no quería creerlos, pensaba que él lo esta esperando en ese parque con su guitarra como cada jueves por la noche, iban a hablar, a cantar canciones, a darse unos mimos como cada encuentro.

-Estoy yendo con Meg, vengo en unas horas - Excusó la chica para luego salir de su casa sin decir ninguna palabra.

Tenia ganas de llorar pensando sobre si en realidad había sucedido eso pero tenia que aguantar hasta llegar a ese parque y comprobar si lo que le contaron era verdad.

Empezó a caminar a paso rápido, casi corriendo, hacia el parque cual no quedaba tan lejos de la casa de la chica así que no tardó mucho.

Al llegar, quería mirar hacia el árbol en donde siempre se reunían pero había más personas de lo normal en ese parque que empezó a caminar a pasos lentos intentando no chocar con nadie y viendo a cada lado si veía a su amado.

-¿_____? - Pregunto una voz conocida para la chica.

Se volteo para ver quien era y noto la mirada amarillenta de una de sus mejores amigas cual estaba vestida de negro y llevaba entre sus manos la foto del moreno.

-Meg... ¿Qué haces aquí? - Le pregunto la chica temblando por la desesperación que la consumía lentamente.

-Estaba yendo a tu casa - Le respondió la albina con preocupación.

-¿Para qué? - Le pregunto nuevamente la joven acercándose hacia su amiga.

-¿Todavía no lo sabes? - Le pregunto con un tono melancólico la albina.

Con esa pregunta, ya confirmaba que su amado había muerto, se había ido de este mundo y no va a volver jamás.

-Lo sé, Meg, lo sé - Le respondió la chica para luego abrazar a su amiga y empezar a llorar desesperadamente.