Polos opuestos.

Capitulo 5

Katia camino y camino, hasta que por fin llego a su casa.
Una vez dentro de ella subió las escaleras para ir a su cuarto. Se tiró a su cama y al poco rato se quedo dormida.
En el sueño había una niña pequeña en un columpio, de pronto un señor alto con cabello café se puso al lado de ella. El solo decía: perdóname mi pequeña.

Cuando esto pasó Katia despertó. Lagrimas empezaban a salir de sus ojos, se miro al espejo.
-No. El tiene la culpa, no llores- dijo para sí misma.
Katia limpio las lágrimas, tomó sus audífonos y puso: Not In that way de Sam Smith. Subió al techo de su casa y presto atención a la gran vista que se podía observar desde ahí.
Comenzó a llorar de una manera incontrolable.
De pronto llegó un mensaje a su celular el cual decía:

"Perdóname, no debí tratarse así".

Katia abrió el mensaje, era de Jackson.

Ella contesto:

"descuida, muchas personas ya me han decepcionado".

Jackson:
"Pero yo no quiero ser una de ellas".

Katia:
"Bien, ahora déjame en paz. Dijiste que no querías ser mi amigo, ahora yo tampoco quiero".

Jackson:
"De acuerdo... te entiendo. Adiós".

Katia bajo del techo y fue directo a su cuarto, tomó una hoja y un lápiz y comenzó a dibujar. El dibujo podía reflejar a una niña, a su padre y a una mujer. La niña estaba sentada, mientras que el padre y la mujer estaban alejados de ella. Se podía notar el disgusto en el rostro del padre, disgusto hacia su hija.
Katia rompió la hoja en dos pedazos y dijo:

-Por una mierda!! Deja de pensar en el- dijo para ella misma una vez más-

Después de un rato de haber llorado Katia se quedo dormida.

Después de varias horas ella despertó, se dio cuenta que eran las 2 de la madrugada, decidió bajar a la cocina pues le había entrado el apetito.

Tomo galletas y leche del refrigerador y subió las escaleras para irse a su cuarto, pero antes de eso entro al cuarto de su madre.
Podía observar cómo dormía y lo dulce que era, su madre después de todo lo qué pasó no perdía sus fuerzas y aunque casi no se lo dijera... la madre de Katia la amaba y siempre daba lo mejor de ella para que las dos salieran adelante.

Katia dejo las galletas y la leche en un mueble café que su madre tenía al lado de su cama. Se recostó al lado de ella y acaricio su mejilla.

-Te amo mamá, gracias por todo- susurró Katia de una forma dulce y tierna.

Katia tomo sus cosas y regresó a su cuarto.
Al poco rato se volvió a quedar dormida.

-Día siguiente-

Daban las 6 a.m en el despertador y comenzó a sonar.
Katia despertó, se paró de su cama y siguió la misma rutina de siempre para ir a la escuela.

Una vez lista salió de su casa y tomo el transporte.
Después de varias cuadras subió un chico de cabello negro y mirada fría.
Katia lo miro enojada. Creo que todos nos imaginamos quien era ese chico.

Jackson se sentó al lado de Katia y la miro a los ojos, acto que hizo que la pelirroja desviara su mirada.

-Perdóname, no quise decir eso, sé que no quieres que sea tu amigo, pero haré lo posible por recuperarte... aunque sé que nunca te tuve

Katia volvió a mirar a Jackson, no podía creer que esas palabras habían salido de la boca de aquel chico frío y cortante.