capitulo 4

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Aldea escondida entre las hojas
5 años después

5 años, 5 largos años desde ese trágico día que marco a la mitad de la aldea, y principal mente a sus líderes, muchos aún tenían el recuerdo fresco de ese trágico día, 5 largos años que avían afectado a la nación entera moral mente como social mente con otras naciones, algunos se preguntaran el ¿Por qué?, eso para algunos que sabían del tema sería fácil responder, después de todo para muchos era sabido que en esos días del incidente se estaban celebrando los exámenes chunin, que al ver el incidente fueron cancelados lo que obligo a los participantes a regresar a sus respectivas aldeas pero con un muy mal sabor de boca, al ver tal semejante acciones de la aldea a un persona más bien a un  pequeño niño que no tenía la culpa de nada, muchos estaban del lado del pequeño al ver la semejante estupidez de la aldea completa por derramar su odio y rencor sobre un niño que no sabía lo que sucedía, y al ponerse del lado del pequeño aldeas como kuma, kirin, y inclusive suna que avían realizado un pacto mediante un matrimonio que al enterarse de la aberración que avían echo en contra de un pobre niño inmediatamente deshicieron todo contacto con la hoja, que al verse en esta situación buscaron diferentes respuesta una en particular que se avía decidido entre el consejo y solo entre el consejo dado que avía sido a espaldas del hokage, ya de eso avían sido dos años que avía pasado aunque nadie más que ellos lo sabía solo era cuestión de tiempo para que se revelara ese contrato a todo el mundo, en pocas palabras la aldea escondida entre las hojas estaba pasando días oscuros.

Muy pero muy lejos de la aldea de konohagakure, escondida entre las montañas se encontraba una pequeña cabaña dentó de ella se encontraban 2 personas en particular, la primera una hermosa pelirroja que para cualquier persona que la viera diría que era la encarnación misma de la belleza, el segundo un pequeño niño rubio con tres notorias marcas en los costados de las mejillas que al verlo cualquier mujer chillaría de ternura al ver al pequeño,  cualquiera al verlo podía decir con fervor que era feliz muy feliz al lado de su madre.

La primera persona la auto proclamada kurama, muy pocos sabían quién era ella entre ellos las personas que la vieron cuando salió por primera vez en su forma humana, y también estaban los que la conocieron desde que nació sus hermanos(a), kurama el Biju más poderoso entre todos, la mayor entre todos(a) sus hermanos(a) la que fue temida en todas las naciones y aun en la actualidad, la qua avía ganado el título del zorro carmesí, muchos no creerían si se los dijeran en lo que se avía convertido o a lo que se avía rebajado, ella la entidad más poderosa en el mundo tanto en poder y conocimiento rebajada a lo que era una vida cotidiana que consistía en levantarse hacer un desayuno llevara a su pequeño niño a dar un paseo para después salir a cazar su cena y regresar a su hogar y hacer las tareas doméstica y aun asiendo eso nunca se separaba del pequeño rubio, a ella no le importaba lo que dijeran o hicieran los demás, a ella solo le importaba su rubio bigotón, y la segunda persona el pequeño naruto de 5 años, bueno era lo que aparentaba pero solo una persona lo sabía su proclamada madre kurama que veía feliz como jugaba el pequeño, pero si la podían ver muy pero muy de cerca se podía distinguir como crecía una pequeña mueca no cualquiera una de amargura y se podía ver a kilómetros lo pensativa y disgustada que estaba, pues desde hace unos meses había estado notando que su pequeño naruto volvía a su edad normal dado que desde hace ya bario tiempo se había estado desarrollando más rápido, su cuerpo crecía más de lo penado que pasaría, en un año máximo si sus cálculos no le fallaban iba a regresar a su edad original en cuerpo pero no en mente tendría que entrenarlo y enseñarle todo lo que alguien de su edad sabría.

Ella lo sabía solo era cuestión de tiempo para que los encontraran solo esperaba que no fuera tan rápido, esperaba con grandes ansias que sus hermanos(a) la pudieran ayudar en un futuro pero hasta entonces, solo esperaría que su hijo su pequeño zorrito crezca, y solo asta entonces estarían  aquí.

“vamos Naru-chan, es hora de entrar ya está anocheciendo” hablo la pelirroja mientras le hacía señales para que entrara a la residencia

“pero mama todavía es temprano para que me balla a dormir, porfis puedo estar otro ratito jugando con shiro-chan moou puedo” replico el pequeño rubio mientras hacía un moe que enterneció a la pelirroja mayor, pues quien no dudaría al ver lo feliz que estaba al jugar con la pequeña gatita que tenía en brazos

“vamos Naru-chan si no no te llevare al festival de sombras de mañana” amenazo la pelirroja mientras ponía una cara de enojo o bueno era lo que intentaba pues se le escapaba un poco de felicidad formando una pequeña sonrisa en los labios

“muuu que mala eres kaa-chan, ya voy bueno shiro-chan es hora de entrar si no no iremos mañana al festival, kaa-chan puede ir fira-chan con nosotros mañana” pregunto mientras ponía ojitos de borrego medio morir “puede porfis”

“déjame pensarlo, ya sé si te comes todos tus vegetales puede ir” propuso mientras entraba a la cabaña

“muu ni modo fira-chan no iras” dijo mientras ponía una cara de tristeza, lo que provocó que la pelirroja arrugara la cara

  “Ahora te comieras el doble de vegetales me oíste muchachito y es mi última palabra si no no iremos al festival” regaño la pelirroja, pues para ella era sabido que su pequeño zorrito no era muy aficionado a los vegetales, después de todo siempre lo tenía que andar regañando para que se los comiera

“muuu está bien me los comeré todos, pero shiro-chan puede ir” pregunto ya todo derrotado

“sip ella puede ir pero si hoy y mañana te comes todos tus vegetales te daré un regalo” prometió la pelirroja con una pequeña sonrisa quería evitar saltar de la alegría por lo que tenía planeado para su pequeño   

  “en serio kaa-chan me darás un regalo, que es puedo saber” preguntaba el pequeño mientras saltaba de felicidad al saber que su madre le regalaría algo, después de todo él era feliz sabiendo que venía de su madre

“si Naru-chan y no no puedes saber que es, mañana sabrás pero prométeme que te divertirás y comerás todos tus vegetales mañana” dijo mientras extendía su dedo meñique hacia el “prométemelo”

“si kaa-chan, te prometo que me comeré todos mis vegetales para crecer grande y fuerte y poder protegerte de todos” prometió el pequeño a la pelirroja mientras juntaba su meñique hacia su madre que con una sonrisa lo apretó en un gran cálido y amoroso abrazo maternal  

“te amo mi pequeño Naru-chan” hablo la pelirroja mientras lagrimas salían de sus hermosos ojos

“yo también te amo kaa-chan, pero kaa-chan porque lloras” pregunto mientras limpiaba las lágrimas de su madre

“es que me ases feliz eres lo mejor que me ha pasado en mis vida” hablo la pelirroja mientras acurrucaba al pequeño en sus brazos “bueno Naru-chan vamos a cenara hice estofado” parándose mientras caminaba asía la mesa y empezaba a servir en tres platos uno lo ponía en el sillón mientras los últimos dos los ponía en la mesa “vamos Naru-chan te va a encantara, ya te serví fira-chan come tu también”

“gracias kurmana-san” hablo por primera vez la pequeña gatita

“de nada, vamos come Naru-chan después de cenar tomaremos un baño si” hablo la pelirroja mientras empezaba a comer

“muuu pero kaa-chan ya soy grande ya me puedo bañar solo” replico el pequeño mientras inflaba sus pequeños cachetes

“todavía eres mi pequeño Naru-chan así que tomaremos un baños y si quieres fira-chan también tomara un” sonrió al ver lo feliz que se puso al decir lo ultimo

“si yupi fira-chan tu también te bañaras” grito alegre mientras saltaba

“bueno Naru-chan termina tu cena” y pues para muchos esta era una familia normal y feliz pero solo era cuestión de tiempo para que todo cambiara.

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