En una caja quedan dos rebanadas de pizza y otras dos cajas ya están vacías en el piso; la película en la televisión, con disparos y explosiones cada tres segundos, ilumina las paredes blancas de tonos anaranjados. Jungkook está recostado en el piso, ya roncando incluso si aún sigue siendo muy temprano, y la manta que Hoseok está compartiendo con Yoongi no es lo suficientemente grande para los dos, pero aún así, ninguno está dispuesto a separarse para usar la frazada extra que Seokjin trajo.
Es un juego que empezaron hace tiempo. Es difícil saber si los demás chicos se han dado cuenta, pero mas difícil sería que fueran tan distraídos como para no notarlo; la obviedad es la principal característica de este juego establecido sin palabras.
Todos se ríen en una escena de la película y Hoseok sale de sus pensamientos para tratar de encontrar el chiste, pero más pronto de lo que espera, las risas cesan.
Es normal.
Ahora se ha vuelto algo normal que cada vez que Yoongi está tan cerca de él, tan metido en su espacio como lo está ahora mismo, su mente lo desconecta de lo demás y enfoca todos sus sentidos en la cercanía de Yoongi.
No sabe precisamente cuándo fue, pero en algún punto de sus tres años de amistad, Hoseok empezó a sentirse diferente alrededor de Yoongi. No sabe si fueron las insistentes miradas de Yoongi las que hicieron que Hoseok empezara a notar de forma diferente a Yoongi; o si, al contrario, fue su actitud diferente hacia Yoongi la que hizo que el otro empezara a verlo tan insistentemente.
No es como si importase, de todos modos, porque de cualquier manera, la tensión entre ellos ha ido creciendo con el tiempo.
Es una cuerda fina por la que están caminando porque, aunque es obvio que hay algo entre ellos, también existe la posibilidad de que ese algo no sea lo suficiente. Existe la posibilidad de que todo este tira y afloja sea sólo por la necesidad de cumplir con esa dosis de adrenalina que se volvió necesaria después de un tiempo.
El sólo pensar en dar el siguiente paso, aprovechando la cercanía de Yoongi para inclinarse sólo un poco más hacia él y materializar la tensión, le hace temblar alguna parte dentro del pecho. Sólo pensar en decirle a Yoongi cómo se siente con todo esto parecen movimientos muy peligrosos, y es que ni siquiera parece posible algún día llegar a definir con palabras lo que siente cuando está con él.
Es peligroso, sí. Un movimiento en falso y se juega el todo por el nada. Un desliz de su lengua y podría tener a Yoongi mirándolo raro, un toque extra e innecesario y podría estar tirando años de amistad por el caño.
Sí, muy peligroso y Hoseok no está dispuesto a arriesgarse.
No importa, de todos modos, porque hasta ahora, ese pequeño ápice de la atención de Yoongi que está más puesta sobre Hoseok que sobre cualquier otra cosa es suficiente.
Hasta ahora.
Lo que pase después, si es que Hoseok se hace adicto a esto, no importa mucho. Lo único que realmente importa es el aquí y el ahora.
El aquí, en la sala de la casa de Seokjin, con frazadas tiradas por todo el piso dejando que se queden dormidos en cualquier lugar. Aquí a un lado de Yoongi, sus cuerpos atrayéndose cual imanes debajo de la pequeña manta que comparten.
El ahora, donde ninguno de los otros 5 chicos en la habitación se da cuenta de lo que pasa entre sus dedos y los de Yoongi. Ahora, cuando las manos de Yoongi se sienten frías entre sus dedos. Ahora, cuando la adrenalina de Hoseok se siente aumentada por mil y podría jugar que el latir de su corazón se escucha sobre los altavoces del reproductor.
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Flattering
FanfictionQuizá es la imaginación de Hoseok, pero Yoongi se siente cada vez más cerca de él.