PRINCESS ━ MYG + HAREM ¡!

1. [hips don't lie/kookgi]

—¡No vuelvas a joder viejo de mierda!— Un pelinegro gritó azotando la puerta de su casa. Chasqueo su lengua, al ver que el sol se estaba ocultando y no tenía intenciones de estar en su "hogar". Vivía en un barrio de clase media, aunque se encontraba relativamente cerca de la zona roja.

Caminaba en dirección a dicho distrito que quedaba a menos de veinte minutos de su residencia. Llamo uno por uno a todos sus amigos, ninguno contestaba. Estaba tan enfurecido que por poco y lanza su móvil por los aires. ¿Dónde mierda podría ir con a penas diecisiete años?, en estás ocasiones necesitaba a su algo alocado mejor amigo, más conocido como Taehyung.

El alto moreno suspiro y siguio caminando calles abajo.

Las luces se comenzaban a prender en el barrio bajó de Seoul dándole un aspecto llamativo y callejero.

Jungkook saludaba a algunas personas de la zona ya que solia concurrir con su grupo de amigos, pero el día de hoy parecían estar de vacaciones. Y por obra del destino, mientras seguía tratando de llamar a alguien con su móvil se chocó con un algo bajo y duro cuerpo.

—¡Oye, idiot-, ¡Eres tú estúpido!, deja de estar llamando y guarda esa cosa que nos van a apuñalar.— El mismísimo y paranoico Jimin el cual el más alto estuvo llamando desde hace horas se aparecio frente a él. Jungkook solo rodó sus ojos, en su casa las cosas estaban tan horribles que hasta las ganas de insultar a su amigo se le fueron.

Comenzaron a caminar sin rumbo mientras que Jimin no paraba de hablar, Jeon no tomo mucha importancia e iba observando los carteles que se aparecían frente a él, en aquel lugar había de todo, hasta cosas inimaginables.

—Oye cara larga, ya me pones de mal humor parezco un loco hablando solo, ¿Qué te pasa?— El pelirrojo se puso frente su amigo deteniendo su paso, Jungkook miro hacía arriba y conto hasta tres para no hundir a su compañero de un manotazo en el suelo.

—Quitate de mi camino.—

Jimin alzo su ceja con una sonrisa, eso le sono a reto.

En una pelea totalmente innecesarias se fueron empujando hasta que el gigante cuerpo de Jungkook se choco con un hombre mucho más delgado y pequeño que ellos.

Ambos instaneamente se recompusieron y pidieron perdón aún sin notar donde se encontraban. El menudo chico estaba parado en la puerta de un local de vidrios polarizados, un cártel neon de color azul con un sutil "Ángel" escrito colgaba sobre la entrada de aquel lugar.

La sonrisa se Jimin al igual que sus ojos resplandecieron. El chico de la entrada los miraba con una suave sonrisa. Obviamente los dos menores sabían que era aquel lugar y se sintieron benditos de estar en un distrito que literalmente nada era ilegal.

Al entrar infinitas telas finas de color negro caían del techo de manera delicada, todo el lugar estaba iluminado por luces de colores llamativas combinadas con la decoración indú del lugar, habian mesas con todo tipo de personas, un escenario, una barra y todo el staff parecían ir con la temática de ese lugar.

Comenzaron a caminar por el abastecimiento buscando donde sentarse, y se toparon con un final que realmente no era donde terminaba el pub. Jimin miro a su amigo y sonrió, porque sabia que ahí empezaba la diversión. Pago el respectivo dinero a la persona que cuidaba aquella entrada escondida

Al igual que todo el lugar el pasillo estaba todo dividido por telas y luces, unas manos con excesivas pero delicadas joyas por doquier se llevaron por el cuello de la camisa al pelirrojo, literalmente escondiendolo dentro de aquellos bastidores.

Jungkook ahora con una pequeña sonrisa comenzó a caminar por el pasillo y unas telas azul oscuro y unas luces neon llamaron su atención, estás formaban una Y, se asomó levemente sin llegar a ver algo y una mano delgada tomó la suya adentrándolo repentinamente.