2 Minutos

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Llegó 10 minutos tarde al salón
Espero el profesor Castellanos me deje entrar, sin ese examen repruebo toda la materia, y no me puedo dar el lujo de hacer eso.
Tocó la puerta y en lo que espero voy practicando mi mejor cara de arrepentimiento.
-Buenas noches Señorita Torres, no cree que es un poco tarde-me dice mientras mira su reloj de reojo.
-Perdon Profesor, en serio llegue tarde por una buena razón, déjeme hacer el examen, se lo pido, necesito mantener mi beca-digo con lágrimas no tan falsas en los ojos.
El se queda pensando un momento y me dice.
-Solo porque es una alumna muy buen señorita, pero tendrá que cumplir una sanción de acuerdo?-pregunta con la ceja levantada.
-Esta bien Profesor Gracias-
-Tome un examen de mi escritorio y sietese en su lugar-
Me adentro en el salón donde todos me voltean a ver en cuanto estoy adentro, tomo el examen y me siento al lado de Luis, mi mejor amigo, el me sonríe y niega con la cabeza. En cuanto leo la primera pregunta del examen me doy cuenta de que no estudie nada, empiezo a entra en pánico, rayos.
Me toma 3 respiraciones relajarme, en mi mente repito mi mantra personal, "Todo es lógica", vuelvo a concentrarme en el examen mientras rezo por tener suerte.
45 minutos después termino mi examen, que después de leerlo me di cuenta que no estaba tan difícil. Me pongo de pie y le entrego la hoja al profesor
-No se puede retirar señorita, recuerde que tiene un castigo que cumplir- me dice viendo las respuestas de mi examen.
-Si profesor, ¿en donde lo espero?-digo con la voz más sumisa que tengo.
-Puede esperar afuera en lo que sus demás compañeros terminan-.
Asiento y salgo del salón, me recargo en la pared y me deslizó hasta estar en el suelo.
Rayos.
Tengo demasiado sueño y un castigo que cumplir, pero a pesar de eso estoy feliz, o bueno solo muy optimista, desde que Ángel está en coma, ninguno de mis días es feliz.
Flexionó las piernas y recargo mi cabeza en ellas.
Lo extraño demasiado.
A mi mente llega aquella escena que se repite en mi mente más de lo que yo quisiera.
Debí haberlo dejar hablar, tal vez de esa manera el estaría conmigo.