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Basado en Stigma

   Un disparo. Algo tan simple como es
quitar el seguro y apretar el gatillo.
No cuesta nada. No vale nada, ¿o sí?

  Un disparo puede ser todo o nada. La
vida o la muerte. Un disparo puede ser
insignificante o serlo todo. Un disparo
puede significar algo o no. Pero
un disparo siempre tendrá sus dichosas
consecuencias. Siempre.

—✿❞

—Bang!

  Fue rápido, simple. Jeongguk cayó al suelo
milésimas más tarde.

  Una sensación escalofriante recorrió todo
mi cuerpo. Supuse que era de satisfacción.
Estaba equivocado, solo que todavía no lo
sabía.

  Yo por aquel entonces no me di cuenta de  lo mucho que había caído por él.
Me vi obligado a hacerlo, mi muerte o la suya.

  Mas luego me
cegué por bastardos que ofrecían lo que
yo buscaba, con eso me dí por vencido
y me dije a mí mismo que me olvidaría
de él y de nuestra inacabada historia.

  Salí de la sala, sintiendo una especie de
remordimiento. No le presté mucha atención.

  Me dirigí a donde esperaba mi recompensa. Mi corazón aún latía con fuerza

  —Kim, has hecho lo que debías hacer.

  —No costó nada, Lee. Fue pan comido.

  —Así se habla, Kim. Tu recompensa espera
por ti en mi cuarto. Buen trabajo.

  Corrí a la habitación. Mi recompensa; medio millón de dólares.

  Mis ojos brillaron de alegría al
contemplar aquello. Ya me estaba
imaginando una mejora de la asquerosa vida que llevaba en mi cabeza.

—✿❞

  Gasté el dinero de manera estúpida por
culpa de Hoseok, un viejo amigo de la
escuela que llevaba una mala vida.

  Él cubrió mis espaldas después del incidente. A cambio, debía compartir el dinero con él.

  Y bien mal que lo gastamos. En alcohol,
tabaco, drogas y sexo. Fue bueno mientras
duró. Pero cuando vio que andaba escaso
de dinero, me echó de su vida.

Sólo se aprovechó de mí, hasta el día de
hoy.

Hoy...

Justo hace un año
maté a quien no debería
haber matado. Disparé a quién no debería
haber disparado. Apreté el gatillo hacia la dirección equivocada.

  Matar es un pecado capital, y fui recompensado por ello de la peor manera. No con la muerte propia, no, sino con el peor de los castigos.

  Fui maldecido por el dolor agonizante, el
que te retuerce las entrañas y no te deja
vivir en paz. El que te desgarra el alma. El
que te destroza por dentro. Ese tipo de dolor
fue mi castigo por el peor de los pecados.

  Soy un maldito pecador, lo sé.

  Jeongguk, no merezco tu perdón, ni siquiera lo voy a poder recibir, pero perdóname.
Confié en quien no debía y tú pagaste
las consecuencias y te consideré traidor
cuando el traidor era yo. Caí en mentiras
fui egoísta. A pesar de que te amaba fui
cegado por los placeres y las tentaciones
que se me ofrecían.

  Y lo peor de todo es que te maté por
dinero. Uno solo se da cuenta de lo que
tiene cuando lo pierde. Y tú valías más
que medio millón de dólares, y lo sigues
haciendo, solo que ya no estás aquí para que te lo pueda decir, ya es tarde.

  ¿Cómo no me pude dar cuenta de lo enamorado que estaba?

  Y ahora que me arrepiento tanto, no hay
vuelta atrás. Ahora, el pecado
recae sobre mí.
Recayó desde que solté el dichoso seguro
de esa pistola.

Lo siento, Jeon Jeongguk. Te amo.

                                                      Kim Taehyung.          

pain (taegguk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora