CAPÍTULO UNO

187 6 0
                                    

Subo lenta y calmadamente por el balcón de una preciosa mansión victoriana, intento no hacer mucho ruido al coger "prestadas" las joyas del lugar. Una vez que he terminado mi misión, me largo de nuevo por el balcón.

Hacer este tipo de cosas se había convertido en algo habitual en mi vida, tan habitual como comer o dormir, y más me vale seguir haciéndolo. Tengo dieciséis años y vivo sola, sin padres ni hermanos, sin familia en general, de algún modo tengo que ganarme la vida, ¿no? A simple vista puedo parecer una adolescente normal como otra cualquiera, lo que menos se espera la gente al verme es que esa misma noche podría estar robando en su preciosa y lujosa casa.

Al llegar a mi minúsculo apartamento tiro la bolsa con las joyas al suelo y me abalanzo contra el sofá, tengo mucho sueño así que no dudo en cerrar los ojos y quedarme dormida.

—¿Te encuentras bien, Nina?— me pregunta preocupado Jarold, mi amigo de la infancia y la única persona del mundo en la que confío.

No me apetece nada responderle, tengo demasiado sueño como para abrir la boca así que me limito a asentir. Lo mío no es madrugar.

—Ayer volviste a robar, ¿verdad?

Odiaba esa parte de él, no sé cómo se las arreglaba para saber siempre todo.

—¿A ti qué más te da?— me giro hacia él.

No me responde, sólo me mira preocupado con sus ojos color miel. Ahora que me fijo Jarold tiene unos bonitos ojos.

—Nina, tienes que dejar esa vida de criminal.

—No soy una criminal, solo cojo prestado objetos de alto valor.

—A eso se le llama robar, y robar es un crimen— hace una ligera pausa para pensar—. Además, nunca te he visto con algo nuevo y sigues viviendo en el mismo apartamento viejo de siempre, ¿para qué quieres el dinero entonces?

Por favor, Jarold, déjame ya. Vuelvo a girarme hacia las ventanas.

—Déjame.

—Vale, te dejo, pero ya volveremos a retomar ésta conversación.

Por fin, cuando Jarold se pone así no hay quien se lo quite de encima. Además, en lo que use o no el dinero es cosa mía.

Cuando las clases terminan salgo pitando del aula, intento evitar a toda costa a Jarold y a su sermón pendiente, es realmente pesado con ese tema. Pero mis intenciones son en vano, ahí esta él, apoyado en la puerta y esperándome.

—No te vas a escapar— me sonríe orgulloso.

—Piérdete.

Aunque es mi único y mejor amigo suelo ser muy borde con él.

—Vamos, te acompaño a casa.

No te engañes Jarold, lo único que quieres es echarme la bronca no acompañarme a casa. Asiento y comienzo a andar, dejándole atrás pero rápidamente me alcanza. No esperaba menos del capitán del equipo de atletismo, Jarold es increíblemente rápido y alto, aunque no es muy musculoso.

—Como te iba diciendo, Nina, puedes meterte en grandes problemas si te pillan robando.

—No me importa.

Realmente no me importa, soy menor de edad así que no puedo ir a la cárcel, cómo mucho podría ir a un reformatorio. Pero nada de lo que me digan va a cambiar algo.

—Dios, ¿cómo puedes ser tan despreocupada?

—No lo sé, simplemente lo soy.

Al caer la noche me preparo para mi siguiente objetivo: la casa del señor Adams. Me miro al espejo y compruebo que mi traje ajustado de cuero negro está bien puesto, aunque parezca que no, un traje como éste es bastante cómodo. Bien, ya estoy lista para salir.

Hago lo de todos los días y subo por el balcón, abro una puerta corrediza de cristal y me cuelo en el salón. Miro a mi alrededor, tiene la casa bastante mona, ¿cuánto le habrá costado decorarla así? Me imagino que mucho dinero. Empiezo a meter todo lo que veo en una bolsa cuando me doy cuenta de que en ésta casa ya han robado, en las vitrinas y en las estanterías faltan un montón de cosas

—No recuerdo haber robado aquí...— murmuro para mí.

Siento que alguien toca mi hombro izquierdo y me giro alarmada, mientras lo hago sólo rezo para que no sea el señor Adams o alguno de su familia.

Hasta aquí el primer capítulo de "A Heart For Revenge", espero que os haya gustado. Comentad y votad, me haríais un gran favor. ¡Gracias!

A Heart For Revenge [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora