003; "Buenos días"

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Lo peor ya pasó, ¿no?.
Ya comienzan las clases en el nuevo Instituto. Siendo alumna de nuevo ingreso mi única tarea era llegar a mi aula y conocer a mis nuevos compañeros. A decir verdad, no me importaba demasiado.

Muchos de los alumnos mayores observaban detenidamente a la columna de alumnos nuevos que ingresaban uno tras otro a la gran institución, saludando o haciendo una que otra broma. Los profesores presentes se limitaban a decir el grupo en el cual estarías cursando el año escolar.

Seguí caminando. Busqué con la mirada a quien se supone sería la única de mis compañeras antiguas que estaría conmigo pero no fue hasta unos pasos adelante que la vi recargada en la entrada del aula, buscandome.

Me saludó, su mirada estaba apagada. Estaba triste. Pero, ¿Quién no lo estaría?, la separaron de su mejor amiga. Ignorando todo eso, se notaba cansada, quizá no durmió bien la noche anterior, los nervios. Supongo.

¿Es normal no querer hacer más amigos?

Me acostumbré a un círculo pequeño, nada ni nadie más fuera de éste. Quizá porque era bastante perezosa y hacer amigos requiere mucho esfuerzo; o al menos ese fue mi caso. Mis padres decían que no quería salir de mi zona de confort: las mismas personas, las mismas cosas. Claramente, no sabían que cada día era distinto estando todos juntos.

No me esforcé en lo absoluto en causar buenas primeras impresiones, ni siquiera a ti. No tenía planeado llegar hasta donde estaba. Mi meta principal: aprobar todas y cada una de las materias, algo que no me parecía realmente difícil.

Entré a mi aula acompañada de mi compañera. Buscar asientos no fue una tarea complicada, todos querían tener un lugar dónde la pizarra fuese visible, pero por dios, los profesores nunca usan la pizarra; bendito sea aquel que se toma la molestia de ilustrar su clase con ejemplos, porque por amor al cielo, la imaginación a veces no es suficiente.

Al fondo a la izquierda, al final de la penúltima columna. Ahí estaba yo, a un lado mi compañera. No noté tu presencia, ni ese día, ni las siguientes tres semanas. Era curiosa la forma en la que te escondías a simple vista, eras muy buena. O yo muy ciega.

Sea como sea el caso, los días eran buenos, aún felices.

Porque si bien no tenía a mis amigos, la chica a mi lado era suficiente para opacar tus intenciones.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2018 ⏰

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