Capitulo 1
Los primeros humanos que fueron creados con esos súper poderes— o con la maldición, como lo llaman algunos— fueron los primeros en habitar ese hospital. El hospital constaba de ocho plantas, en la planta baja estaba el vestíbulo, el lugar donde estaba situado recepción y algunas habitaciones vacías para los guardias; en la planta uno, tres, cinco, siete y ocho estaban situadas las celdas y habitaciones de los experimentos; en las plantas restantes habían habitaciones para usos diferentes, como por ejemplo, la sala de castigos— la sala más utilizada y más divertida para los guardias y el jefe— dónde castigaban a los experimentos que se portaban mal o que simplemente no eran dignos de su vida, otra de las salas menos vistas por los presos era la sala de archivos, en ella almacenaban todos y cada uno de los archivos con la información de los sujetos viviendo en el lugar actualmente, archivos guardados bajo llave sobre antiguos experimentos y archivos de cada uno de los guardas y trabajadores del lugar.
Los experimentos no tenían nombre, al menos no los que eran creados en el lugar, el jefe tenía consciencia de que algunos de los experimentos que habían logrado escapar y que no habían encontrado habían conseguido tener descendientes y habían muerto poco después. Si conseguían recuperar a los descendientes— los cuales sí que tenían un nombre— simplemente se hacían cargo de que el sujeto fuera tan abusado que se le olvidara su nombre y este fuera reemplazado por un número.
Habían veces que los sujetos eran tan frágiles que morían en la sala de castigo, sin embargo eso no le importaba al Dr. Michael, a él lo único que le importaba era encontrar al sujeto perfecto, con fuerza, inteligencia y con un súper poder que pudiera facilitarle el trabajo de exterminar a la humanidad.
4 de septiembre del 2007
El Dr. Michael tenía asignados a dos de los más recientes experimentos a la sala de castigos, él decía que era porqué se habían portado mal, pero cuando los guardas preguntaban el qué, él se limitaba a decir que no debía explicaciones de nada a nadie y los amenazaba con echarlos de ese lugar, lo que hacía que sus hombres cerraran su boca e hicieran su trabajo.
Eran exactamente las 00:00 de la noche, todos los experimentos estaban en sus respectivas habitaciones, durmiendo, llorando o haciendo quien sabe que. El Dr. Estaba muy ocupado revisando los archivos de los próximos experimentos que serían registrados en las habitaciones.
Realmente no había ninguno que le llmara la atención, solo los mismos poderes que los demás: mover cosas sin tocarlas, hablar en la mente y poca cosa más. Sin embargo, cuando giró la hoja vio el nombre de un chico que sí que advirtió.
Sion.
Era, sin duda un nombre extraño, algo en él le hizo sonreír. No tenían mucha información suya, el chico recién había tenido un accidente de coche y había sido hallado por los bosques cuando escapaba del hospital. No habían localizado a sus padres y no habían conseguido más información que la que el hospital les había podido otorgar.
El doctor no dejó que un simple nombre extraño le moviera de sus casillas, colocó las hojas en la mesa y se levantó, decidió vagar un poco alrededor, el olor del lugar encantándole y relajándole, resultándole familiar por alguna razón que desconocía.
Caminó por los pasillos hasta llegar al ascensor, subió de planta en planta, oyendo los lloros de dolor y odio de los internados, sabía que ellos lo pasa mal, pero no lograba entender porqué. Les daba de comer dos veces al día, las habitaciones tenían baño propio y tenían libertad de moverse por la habitación.
Cuando acabó su ronda nocturna y ya estaba suficientemente cansado como para dormir de tirón volvió a lo que era su habitación. Se estiró en la cama después de haber cerrado con llave la habitación y apagó las luces.
Aunque el lugar era de alta seguridad cabía la posibilidad que algún preso se escapaba y si eso ocurría su vida corría peligro. En sus sueños apareció un niño de corta edad, unos quince o dieciséis, que iba descalzo, caminando por el bosque. La escena cambiaba y el niño se encontraba rodeado de agentes, que, al segundo siguiente estaban pálidos con los ojos saliéndose de sus cuencas y con sangre bajándoles por la boca.
Michael se despertó sobresaltado, podía imaginarse quien era el niño de pelo rojo y ojos azules que había asaltado sus sueños, y continuaba preguntándose si su poder era colarse en lamente de la ente y mostrar, o que había o podía haber pasado, a la gente que él decidía. Estuvo dándole vueltas a la misma pregunta hasta que volvió a dormirse, esta vez sin ninguna imagen que le hiciera sobresaltar.
A la mañana siguiente, como de costumbre el doctor bajó a la cafetería y tomó su desayuno, teniendo en cuenta que a esa hora los guardias estarían entregando las bandejas con la comida a los internos. Mientras Michael estudiba el plan del día se dio cuenta que en no más de dos horas llegaría el nuevo experimento. Tenía mucha curiosidad por saber si de verdad era como en su sueño y si de verdad tenía ese poder o si solo había sido una jugarreta de su mente ante la emoción de conocer a ese misterioso sujeto.
Cuando terminó su desayuno habló con sus guardas principales, quienes le indicaron que los internos que recientemente habían sido castigados habían muerto en el periodo de la noche y que nadie se había dado cuenta hasta esa mañana. "Que mal, retirad los cadáveres y limpiar el sitio" había sido toda la falsa empatía que el doctor podía haber mostrado ante la — no poco común — tragedia que había sucedido.
Los guardas intercambiaron una corta mirada para asegurarse de que el otro también pensaba lo mismo: El doctor estaba pirado. Tras cerciorarse de eso cada uno fue a las respectivas habitaciones para hacer lo que le había sido mandado.
El doctor suspiró con pesadez, tenía que reconocer que no le gustaba que sus internos murieran ya que cada uno de ellos era especial, sin embargo, nunca admitiría que alguna vez había echado de menos a algunos de sus experimentos que habían muerto.
Pasó un tiempo haciendo como cada día, caminando y castigando a los experimentos que se portaban mal hasta que uno de sus guardas se acercó avisándole que uno de los nuevos internos había llegado.
Cuando se encaminaba hacia el ascensor la imagen de un niño esposado y con una venda en sus ojos apareció en su cabeza, no quería mostrarse sorprendido, sin embargo, no pudo evitarlo, una mueca de sorpresa e incomodidad se mostró en su rostro, no podía evitarlo. Tener a alguien que entraba en su cabeza le hacía poner incómodo.
Ignoró el pensamiento y la sensación y entró en la máquina que le llevaría a la planta baja. Una vez allí dejó que los guardias entraran. Estaban sujetando a un chico de, exactamente unos quince años, que no ofrecía resistencia y que parecía demasiado tranquilo para estar en esa situación.
—Informadme —fue lo único que dijo el doctor antes de acercarse al chico y observarle, pudo ver como el bello de sus brazos se erizaba, sin embargo el chico no se movió.
—Sí, señor. Este es el experimento que encontramos en el bosque después de escapar del hospital. No sabemos quiénes son sus padres ni si tiene familiares ni hermanos ni si va a la escuela. — Le informó uno de los guardias que no estaba sujetando al chico, una pequeña libreta en su mano, la cual entregó al doctor después de darle la información que tenían.
El hombre asintió, tomando la libreta y examinando, efectivamente, como no tenían nada que les dijera quien era ese chico. Solo tenían un nombre, uno muy extravagante y que tendría que preguntarle al preso de donde procedía.
Después de pensar por unos segundos levantó su vista de la libreta y asintió, — quiero que despejéis una de las salas de la última planta, no quiero problemas, si los hay, sala de castigos. — Informó el doctor antes de volver a entregar la libreta al guardia y encaminarse de nuevo a su habitación, tendría que cambiarse y arreglarse un poco para poder darle esa tan calurosa bienvenida a su nuevo interno, al cual llamaría experimento 004.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola gente, aquí está el primer capitulo de Experimento 004, espero que os guste y que disfrutéis de esta serie.
YOU ARE READING
Experimento 004
Science FictionEn el año 1998 un científico murió, dejando su hospital a cargo de los siguientes trabajadores. Sin embargo, el hospital pasó a manos de gente mentalmente inestable, quienes hicieron del lugar una cárcel para gente 'normal'. Cuando estos se fueron...