único

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NamJoon estaba esperando preocupado al doctor, una hora había pasado desde que había traído a su amado al hospital, no entendía como esa noche tan perfecta se había convertido en su peor pesadilla.

Vio como el doctor salía de la sala de operaciones mientras se quitaba sus guantes y su taba bocas. Se paró desesperado y se dirigió al medico, no sin antes tragar salida, secar su frente y lágrimas que corrían por sus mejillas

— ¡doctor! — alzó la voz mirando al hombre de bata blanca. Quería saber que la pasaba a su esposo, no quería perderlo, sabía que tenía los días contados, quería darle todo su amor antes de que este partiera, pero pensaba que al menos esa fecha se aplicaría y que su aniversario pasará, ¡no quería que muriera el día en el que se volvieron novios y el día en que le propuso matrimonio!. El mundo de verdad no podía ser tan cruel — ¿cómo esta?

— ... — el doctor hizo una pausa y continuo —afortunadamente esta bien, pero le cuesta respirar, así que lo tenemos a una máquina conectado... — siguió hablando — pero lamento decirle que no pasará de una semana...

— ¡¿qué?!... — NamJoon sintió un peso en su corazón —¡No! — e inevitablemente empezó a llorar, derramaba lágrimas de sufrimiento, cada parte de él se derrumbó, no quería perder a su vida, el padre de sus hijos, sin SeokJin no podría seguir adelante. Sintió como sus piernas le temblaban, no podía más, quería ver a su bebé, a su amor, a su todo —¿puedo verlo? — pregunto dudoso, esperando una afirmación del doctor.

— claro, pero por favor use esto — le entregó un tapa bocas.

Al instante lo tomó y se lo puso, para después esperar a que las enfermeras sacarán las herramientas de cirugía, cuando por fin podía entrar, vio a un SeokJin con un tubo de respiración, y agujas en sus venas.

A NamJoon le destrozo el alma, no lo podía creer, no podía soportar ver a su omega así, no podía creer que la persona que le hizo su vida un mundo de color, ahora estaba alejándose dejando a su paso tonos grises. El alfa caminaba a paso lento hacía la cama donde estaba su bello durmiente no sin antes cerrar la puerta, sus lágrimas invadieron sus ojos, su vista estaba nublada, una vez más sintió su mundo romperse. Cuando ya estaba cerca de SeokJin, se quitó el tapa boca y tomó la mano de su esposo con delicadeza mientras se sentaba en la silla que estaba al lado de la cama.

— amor — beso la mano del omega mientras derramaba lágrimas, haciendo que estas aterrizarán en el suelo o en la piel ahora pálida de SeokJin.

paso todo el día sentado a su lado susurrandole al oído cuanto le amaba y que esperaba que se despertara, que sus hijos lo esperaban en casa, y que haría todo lo posible para demostrarle cada día que el unico omega que amaba era SeokJin, que el alfa deseaba tener el cuerpo de su esposo a su lado desnudo cada mañana, hacerlo suyo, besarlo, pasar mas tiempo con él, y tener un cachorro más para tener un ultimo Kim en la manada y un hermano a sus cuatro hijos.

Después del paso de tres horas llegó el doctor, le hizo un chequeo al mayor y concluyó de que sus pulmones ya no necesitarían ayuda de una máquina, pero que estaría revisandolo y asegurándose de su bienestar.

salio del cuarto finalizando con un: "sus pulmones pueden hacerlo por ellos mismos ahora".

eso hizo que NamJoon al menos no tuviera que preocuparse más por aquel tubo, no quería ver a su amado con ese respirador tan inhumano.

Cuando llegó la noche el alfa NamJoon se levantó dispuesto a irse, ver a sus hijos y contarles dolorosamente lo que había pasado, pero derrepente escucho un hermoso: "¿volverás mañana?" De su amado esposo.

— ¡Jinnie! — el alfa se sobre salto, tomó la mano de su omega empezando a llorar, besando sus labios cálidos que creía no poder sentir nuevamente, y curvando su espalda para más contacto con estos, el omega sonreía viendo como su esposo lloraba feliz.

"nos vemos mañana" One-shot (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora