Led Zeppelin: Historias cortas sobre las letras de sus canciones

I Can't Quit You Baby (Robert)

A vísperas de la publicación -que iba a ser en Estados Unidos - del cuarto álbum de Led Zeppelin, las vacaciones de Robert en Londres estaban por culminar, pero...Robert no quería dejarte y tampoco tú a él.

-Pero, el álbum también se publicará aquí, ¿no? – Preguntaste

-Sí, aquí también se publicará. Pero Peter quiere que estemos presentes en Estados Unidos... - Respondió Robert mientras veía con atención el calendario - ¿Qué día es hoy?

- 4 de noviembre – Respondiste

-Se publicará dentro de cuatro días y...tengo que viajar el...seis – Dijo Robert

-¿El seis? ¡Es pasado mañana! ¡No quiero que te vayas!

Y después de la publicación del álbum tendrían que trabajar en su nuevo álbum y eso tomaría semanas...a Robert le preocupaba el día en que volvería a Londres para visitarte. Él lo sabía perfectamente, pero no quería decírtelo.

Robert te abrazó y provocó que empezaras a llorar de tanta pena.

Pronto, Robert dejó de acariciar tu cabeza para agarrar tu cabello por trozos.

-Deberías de cuidarlo más, querida – Dijo Robert comparando su cabello con el tuyo

-Cállate – Dijiste mientras te separaste de él y empezaste a secarte las lágrimas

-Sabía que eso te haría dejar de llorar – Sonrió Robert – Bueno, ¿qué quieres hacer durante estos días antes de que me vaya? – Preguntó Robert con una mirada sexy

-Bien, he estado esperando que vayamos al cine y que me ayudes a comprar tus benditas cremas para el cabello, porque no sé cuáles son y mucho menos dónde encontrarlas. No voy a negarlo, tu cabello es una belleza.

-Podemos dejar esas dos actividades para mañana – Dijo Robert, acercándose más – Y ahora, podemos ir a nuestra habitación...para...

-Ya sé a qué te refieres – Lo interrumpiste – Bueno, no sé en cuánto tiempo no te veré así que vamos, ¡tú empiezas!

-¡Siempre empiezo yo!

Robert te besó, se levantó del sofá y extendió su mano, tú la sostuviste y ambos entraron a su habitación.

Siendo ya las ocho de la noche, Robert y tú fueron a cenar a un restaurante cerca del Piccadilly Circus. Después de que retirasen sus platos y en la mesa solo había dos cervezas, Robert sacó de su chaqueta una pequeña caja.

"Oh, no puede ser, no puede ser", pensaste.

Robert te miró muy alegremente y te entregó la caja. Tú la abriste y te diste con la sorpresa de que era un collar.

-Un collar – Dijiste, muy sorprendida

-No es un collar cualquiera, dale vuelta – Dijo Robert

Le diste vuelta al collar y en letras pequeñas estaba escrito la última frase del poema "Podrá nublarse el sol eternamente" de Gustavo Adolfo Bécquer.

"Pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor".

Después de leerlo, miraste a Robert.

-Sí, es la frase que estaba en la primera carta que te escribí – Dijo Robert – Tenlo siempre contigo, ese collar de cierta manera nos une.

Robert metió su mano dentro de su camisa y sacó un collar largo que era exactamente igual a tu collar y con la misma inscripción.