Besos Contagiosos

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Hansol estornudó por décima vez, tratando de controlar los temblores por el frío que sentía, y se acurrucó sobre el sofá mientras maldecía en su interior a medio mundo, aferrándose más a la manta que lo cubría

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Hansol estornudó por décima vez, tratando de controlar los temblores por el frío que sentía, y se acurrucó sobre el sofá mientras maldecía en su interior a medio mundo, aferrándose más a la manta que lo cubría.

Maldito Joshua por pegarle el resfrío, maldita lluvia repentina que cayó cuando salió sin su abrigo. Y maldito sea SeungKwan y su estúpida sonrisa por haberlo abandonado en ese crítico momento cuando se suponía que debía estarlo cuidando porque era su maldito novio.

Pero claro, el pendejo de SeungKwan prefería ir a comprar al supermercado una estúpida sopa que no necesitaba en lugar de abrazarlo y llenarlo de cariños, que era lo que necesitaba en ese momento.

Por supuesto, pudo habérselo dicho cuando SeungKwan notó su fiebre y le preguntó, totalmente preocupado, si necesitaba algo, y no habría dudado en abrazarlo y darle aquellos besos tan dulces y cálidos que le daba todos los días, pero por favor, era Hansol bola de odio Vernon Chwe. Era un maldito saco de gruñidos y amargura, y jamas le diría algo tan cursi a alguien, ni siquiera si ese alguien era su novio.

Todos sus amigos se preguntaban como era posible que SeungKwan y él estuvieran saliendo, cuando su novio era un sol brillante que alumbraba una habitación con su sola presencia.

Hansol se lo preguntaba, muchas veces, el cómo habían acabado en esa situación. Recordando aquel día en que, luego de la clase de matemática, SeungKwan y él se fueron juntos, y luego le pregunto tan hoscamente que salieran los dos solos al nuevo parque de diversiones que abrieron hace poco. Y SeungKwan era tan inocente, dulce y amable que aceptó sin entender un poco las dobles intenciones

Y cuando llevaban dos meses con esas citas esporádicas, Hansol tuvo que aclararle que, al parecer, estaban saliendo.

Todo un romanticón.

Pero a SeungKwan no le había importado nunca. Lo había aceptado tal y como era, con su quejas, pucheros y gruñidos diarios. E Incluso lo trataba de gatito gruñón cuando estaban solos, por supuesto, Hansol tenia una reputación que mantener, a pesar de que todos sus amigos sabían ya el apodo cariñoso que SeungKwan le puso y se burlaban de él en secreto. En especial SeokMin y MinGyu, que se divertían viendo a la divertida pareja cuando estaban juntos, y ver como SeungKwan se colgaba del hombro de Hansol, haciendo una trompita con sus labios mientras Hansol trataba de alejarlo con el rostro ruborizado.

Sin embargo, claro, ahora que más lo necesitaba, el maldito de su novio se fue como si nada por esa estúpida sopa que no quería. Y no se la tomaría en forma de protesta por dejarlo abandonado. Bueno, si ponía esa mirada de cachorrito que ponía de vez en cuando puede que se tomara la mitad. Pero nada más.

Así que apenas SeungKwan llegara, le haría la ley del hielo. Unos minutos. Hasta que no pudiera resistir la triste mirada de su novio.

Maldita sea, ¿Desde cuando se había vuelto tan débil?

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