Capítulo Único.

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AVISO: En la portada sale un antifaz así de fiesta, pero en el fic BaekHyun usa uno de esos que son para dormir que no te permiten ver nada. Es solo una aclaración para evitar confusiones.






Hoy sería otra de esas noches.

Lo sabía por que apenas entró a su habitación asignada había otro traje, uno de los buenos.

El tenía 23 años, hacía apenas unos meses en los que había entrado al oscuro mercado de la prostitución.

No era por voluntad propia, claro estaba, era más por necesidad y obligación.

Desde que su madre había fallecido cuando el estaba en preparatoria, su padre se derrumbó y su mundo se vino abajo. Su padre empezó a beber, dejó el trabajo y vendió las pocas cosas que poseían para conseguir más bebida.

Incluso le obligo a dejar la preparatoria y lo alejo de todos, incluso de su primer amor, su primer y último novio.

El lo había amado, y había amado cada momento de aquella, efímera, pero intensa relación. Habían estado juntos a penas entrar a la preparatoria, después de bastante coqueteo en secundaria. BaekHyun lo quiso mucho, y estaba seguro que el también lo quiso. Su relación no era como cualquier otro amor adolescente.

La suya era más rápida, más fuerte y más intensa. Nunca se entregó a el, no se necesitaba, ellos se pertenecían en más que cuerpo y alma, era algo más alla del entendimiento.

Cuando su madre falleció en su segundo año, su padre lo obligó a dejarlo, a dejarlo a el y a la escuela, el por supuesto se negó, pero ellos seguían encontrándose a escondidas. Cuando su padre se enteró de ello, amenazó con matarlo, a el y a su novio. Con la excusa de que si el no tenía a su madre, entonces el tampoco tendría a nadie.

Desde esa dolorosa separación, jamás lo olvidó, pero la vida seguía pasando, y el, no podía dejar que la corriente lo llevase.

Su padre primero lo obligó a hacer pequeños trabajos, como limpiador doméstico, o camarero en un bar.

Fue después de cumplir 23 cuando le obligó a ejercer la prostitución. El, claro, no estaba de acuerdo, no quería, y se negó, pero su padre no aceptaba un no por respuesta, siempre tenía las peores torturas y castigos guardados para el, cuando el se negara a una orden.

Así que empezó a trabajar en una Love House que estaba a pocas calles de su actual casa.

El, desde un inicio supo que no era como los demás chicos y chicas que ahí trabajan. Desde la primera exhibición, en la que se presentó en el table dance del lugar, supo que era diferente.

Para empezar, el estaba tímido casi escondido en una esquina, mientras veía a los demás prostitutos bailando y desnudándose para aquellos hombres libidinosos que los veían con lujuria. El se suponía debía hacer lo mismo que ellos, pero no podía se encontraba demasiado avergonzado y asqueado como para moverse.

En aquel lugar había gente de todas las clases, desde pobres, clase media hasta probablemente los más ricos de todo Seúl.

Cuando, en un momento de descuido, fue despojado de la camisa que llevaba por algún cliente que se moría por verlo desnudo y rápidamente fue llevado por una de las encargadas a la parte de atrás, donde se realizaban unos trabajitos más elaborados que un simple baile, para que nadie viera su pecho desnudo, se dio cuenta que era diferente.

Y su teoría fue confirmada cuando en las siguientes semanas no tuvo que atender ningún cliente, aunque el sabía que había gente que estaba dispuesta a pagar por unas horas de su tiempo, la encargada siempre les decía que el no estaba disponible.
Y el estaba confundido con eso, el veía como sus compañeros se llevaban mínimo a cinco personas a la cama por día y el no tenía que servir a nadie, no era que se quejara, el estaba agradecido por ello, pero estaba confundido de por qué aún sin ofrecer su cuerpo a algún espectacúlo o sin tener que darle placer a algún hombre, recibía una jugosa cantidad de dinero al final de las semanas.

Antifaz [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora