Los padres de Lorena siempre le habían exigido a su amada hija todo lo que ella quizás no podía dar. Llegaba a esforzarse tanto pero no lograba tanto que se propuso a una idea soñada para toda su familia, menos para su hermano: casarse.
Estaba dispuesta a hacerlo. Lograr algo que su hermano menor no lograba, tener una vida solida.
Su ''hombre'' era el peor del que se pudo haber imaginado. No lo quería, no lo amaba. Pero hacía lo que sea porque su familia no la atormentara todas las fiestas familiares.
Cosa que no le va bien ya que todo termina en divorcio. Decidida a no volver con su familia va con la única persona que no la juzgará, su hermano.
Aunque cree que el es pacifico, profesional y responsable. Sebastián sigue siendo el mismo de hace cinco años. Alocado, mujeriego e irresponsable.
Lorena lo ve mal, pero Sebastián le cambiará su vida por completo. Puede que toda su familia no apruebe la vida que conllevan los dos pero para ellos es lo mejor.