¿Vergüenza? Mi vergüenza va mas allá que pedirle dinero a un extraño porque gaste todo lo que tenia.
Va mas allá que rogarle al profesor para que te suba la nota.
Va mas allá que masajearle los pies a tu hermano para que no suba un video a youtube de ti en la ducha cantando Let it go de una manera que te hará romper los tímpanos.
Puede que, para ti esas sean las peores vergüenzas de tu vida. Para mi la peor vergüenza es pedirle a tu hermano menor aceptación para vivir con él después de 5 años de no convivir en un mismo techo.
El matrimonio es algo de lo que mi familia esta orgullosa, siempre había querido que ellos estuvieran orgullosos de mi, porque aunque demostraban que era buena hija en sus ojos veía decepción.
A mis veinticinco años conocí a un gran hombre, inteligente, sexy y exótico. En gran parte: era mi hombre ideal, para mi familia.
No es un hombre ideal todo lo que sea musculoso, tenga un buen trabajo y una bonita sonrisa. Por lo menos no en mi mundo, no en mi vida.
–¡Estoy harta!– Le grité mientras pasaba las manos por mi cabello de la frustración que tenia acumulada.
–Cariño... relájate, los matrimonios son así, tu y yo podemos solucionarlo todo. Estamos mas allá de las parejas normales.
–No, Peter no. No estamos mas allá de las parejas normales, somos una pareja normal que tiene problemas, como todos, estoy harta.
–Lorena, nena. ¿Qué te parece si me voy unas horas para que lo pienses mejor? Estoy dispuesto a eso. Quizás eso este mal ¿Y si vamos a cenar? Eso suena mejor...
–Ya he comido, gracias pero no
–Lorena, no lo hagas mas difícil.
–¡No lo estoy haciendo difícil joder! Quiero el divorcio.
–Sé que no quieres defraudar a tu familia, ellos no quieren saber que su hija y hermana se ha divorciado a los veintiocho años de edad. ¿Te imaginarias también el que dirá mi familia? Por lo menos yo me veré mal en el aspecto de lo triste que estoy. Pero tú, tú te verás peor cuándo la gente sepa que has echado por la borda un gran matrimonio.
–¡¿Gran matrimonio?! ¿Me crees estúpida o que? Hace dos meses me fuiste infiel. Lo único que trate fue comprenderte ya que según tú ''Estaba en mal estado y borracho. Si en ese momento fuera estado consciente de que lo iba a hacer nunca lo fuera hecho,
amor, perdóname, te amo.''– Cité las mismas palabras que me había dicho hace tiempo atrás
–¡Lorena! ¿Hasta cuando lo diré? Me siento muy arrepentido por eso. No hagas que te arrepientas después el haberme pedido el divorcio. Si lo quieres te lo daré, no quiero que vengas a tocarme la puerta pidiéndome perdón.– Dijo para después irse de la casa dejándome con mi orgullo en pedazos.
