"El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados."
La insoportable levedad del ser, Milan Kundera.
Tal vez no cuando lo conoció, pero con el paso del tiempo supo que el uno iba a ser el motivo de destrucción del otro. Podría haber muchos motivos, o tal vez ninguno y solo eran pensamientos vagos de su mente sabiendo el final de esa historia, no obstante, su destino indicaba que era imposible cambiar las cosas.
Con cuidado, los dedos buscaron deshacerse del yelmo que cubría sus facciones frías, casi inmutables. Las escenas podían repetirse varias veces en su cabeza como si fuera un libro cuyas páginas leyó con anterioridad. No se encontraba perdido, sus funciones estaban siendo cubiertas a la perfección y no había motivo para que cualquiera de sus pupilos tuviera sospechas de tantos pensamientos mezclados.
Los recuerdos, los años, las misiones, tantos nombres, tantas vidas y sangre que se hallaba invisible en sus manos ya limpias solo externamente. Y luego de eso, un extraño sentimiento, como un cuchillo que significaba el fin de todo, afilado y resplandeciente de todos los aciertos y errores que cometió.
El color de esos irises que lograban brillar en la oscuridad más espesa lo hacía recordar todo eso, acompañado de una clase de vértigo, mas no era juzgado en ningún momento, y eso era lo que podía afirmarse cuando lo encontraba con esa devoción tan profunda como el pozo de problemas en el cual él se había hundido. Antes de notarlo, se hallaba hasta el cuello con esa sensación embriagante y odiosa.
Sin embargo, admitir que un sentimiento que repudiaba era tan humano al igual que su propia carne era imposible de aceptar en voz alta.
Entonces, sentía algo tibio contra sus labios y el malestar decrecía. Su cabeza y sus sentidos se abrumaban para enfocarse con vehemencia en una sola cosa, continuar como si el calor fuera a escapar cual humo entre sus dedos. Suavidad, cuando las yemas se hundían en hilos largos de noche y nada salvo la humedad importaba por unos segundos. Rudeza, cuando se sobreponía para guiarlo a su antojo.
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Vértigo [ZedxKayn]
FanfictionTal vez no cuando lo conoció, pero pasado el tiempo supo que el uno iba a ser el motivo de destrucción del otro. ☪Fanfic de League of Legends ☪Pareja: Zed x Kayn ☪Two-shot