Zed

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"Llevadme, por piedad, a donde el vértigo con la razón me arranque la memoria

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"Llevadme, por piedad, a donde el vértigo con la razón me arranque la memoria. ¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas!"

Gustavo Adolfo Bécquer

Conocerlo había sido el principio, pero también el fin

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Conocerlo había sido el principio, pero también el fin.

No supo cuando había albergado esa clase de sentimientos dentro, pero sabía que era lo suficiente malos para jamás decirlos en voz alta. Lo único que él conoció alguna vez en la vida fue el odio, y la voluntad para poder seguir aun cuando la penumbra era demasiado pesada para poder avanzar.

Sin embargo, teniendo muchas cosas en las cuales pensar, solo se podía enfocar en los labios ajenos, tomando los propios como cada que le apetecía a su maestro. Su cabeza daba vueltas, y casi sentía algo más que solo contacto ansioso, pero lo descartaba de inmediato porque era demasiado bueno para ser verdad.

Cuando sacaba el yelmo que cubría el rostro de su maestro, era una de las pocas oportunidades que se podía dar para tener algo de control, para poder hacer lo que deseara escasos segundos antes de sucumbir ante el peso ajeno. Y con parsimonia, acercaba su boca para poder calmar los nervios crecientes.

En la oscuridad de su habitación era capaz de ver todo con más claridad que nunca, y no le importaba lo que estuviera más allá de esas pupilas carmesís. No importaba si todo era una mentira que se estaba quebrando entre sus manos, esperando calma para que los cristales pudieran cortar cada vez más profundo. Ese momento era su anestesia de la realidad que lo hundía cada día de su vida.

Cuando estaban tan cerca lo podía sentir. Escuchaba la apertura a la única debilidad que podían darse el lujo de mostrar. Lo escuchaba, claro, radiante como una melodía que lo hipnotizaba. Lo veía, con la misma devoción con la cual lo había hecho tantos años, y lo sentía como un humano, con la carne junto a la suya y el embriagante sentimiento de pecar para él.

En todos esos años que estuvo entrenándose para no tener miedo a nada, su maestro le había dado la lección más importante, un miedo que él no creyó capaz de conocer. El sentimiento de debilidad que carcomía su piel cuando se encontraba con Zed. Algo que era parecido a la desesperación, a ahogarse sin la oportunidad de poder morir.

Vértigo [ZedxKayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora