Prólogo

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1933, Varsovia

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1933, Varsovia. 

     Jung Hoseok, nacido en una familia de clase media, hijo de Jung Taeyang de origen coreano y Margisia judía.

     El calendario de la nevera marcaba 18 de febrero, y Hoseok no podía estar más que emocionado. Anhelaba con todo su corazón que su deseo fuera hecho realidad.

     Se removió debajo de las sábanas ansioso, observo el reloj de la pared de su alcoba el cual apuntaba 06:07 de la mañana. Escuchó el rechinido de  su puerta, automáticamente se cubrió hasta la cabeza. Oyendo con atención como su madre regañaba a su padre por ser tan despistado, las luces de su habitación se encendieron, y un suave toque —de su madre—, en su hombro lo hizo estremecerse.

     Fingiendo que no se había despertado, comenzó a estirarse para acto después observar un pequeño pastel de queso en las manos de su padre, quien le sonreía desapareciendo sus pequeños globos oculares. Su madre aún lado lo observaba enternecida.

—Feliz cumpleaños, Hoseok —la sonrisa de su progenitora se expandió por todo su rostro dándole una forma de corazón. Se sentó en su cama para acto después; soplar las velas y pedir un deseo.

Quiero que mamá y papá siempre estén conmigo.

¿Has pedido tu deseo, cariño? —el castaño asintió —bien, ahora cierra los ojos y extiende tus manos.

     Obedeciendo todo lo que su madre le dijo, comenzó a escuchar el sonido de una bolsa, quería abrir sus ojos; la curiosidad lo estaba matando. Con las manos aún estiradas un peso extra se dejó caer en ellas.

—Abre los ojos —dijo su padre.

     Sus párpados se comenzaron a abrir lentamente observando una caja blanca. Con delicadeza procedió a levantar la tapa, sus ojos brillaron al instante, sus manos temblaron y una sonrisa adorno su rostro.

     Un blanco violín con dibujos de flores a mano resplandecía en la vieja caja, unas letras muy pequeñas llamaron su atención.

"Un regalo de mami y papi,
porque Hoseok,
es la razón de vivir
de los dos"





El llanto de los violines [Yoonseok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora