Cállate, corre, no digas nada, huye, no llores: no delante de ellos; sonríe.
No pongas mala cara, ríete.
Inventa una escusa para irte, di cualquier cosa.
Sonríe, hazte la fuerte, sonríe, no te sientas mal, sonríe, no llores.
Cada acto que provenía de mi memoria, eran esas cosas que podría sentar le mal a cualquier persona ajena, no pensaba en mí misma sino en lo que pensarían los demás de mi.
Estos son los mis queridos recuerdos que continuamente envuelven mi mente, el de mi pasado.Hace tres años, al entrar al instituto de Brooklyn.
Hoy es el primer día de instituto, en uno nuevo donde solo soy una extraña que acaba de llegar. Acabo de pasar a segundo y he de decir que no conozco a nadie, bueno, si los conozco pero ninguno de ellos son mis amigos. Al entrar en la clase veo que hay una chica que no he visto en mi vida, y me siento a su lado buscando algo de cercanía con alguien.
-Hola, me llamo Seila- le digo amablemente y regalándole una sonrisa, ganándome un poco su confianza haciendo que ella respondiera de igual forma.
-Yo soy Molly, encantada de conocerte -Dice seguidamente con algo de euforia, seguramente por la alegría que inunda de ella.
Gracias a esa cutre presentación (una que recordaré por siempre), Molly se convirtió en alguien muy importante para mí,no sabia que esa rubia de ojos verdes iba a marcar un antes y un después.
Todo iba bien: nos divertíamos, hacíamos locuras como cualquiera en esta edad lo hacía, sin pensar; íbamos a fiestas de gente desconocida o nos colábamos discretamente por ayuda de algunos amigos de ella (amigos que a veces no me daba tan buena espina de como lo contaba ella), aun que nunca consumíamos nada o por lo menos no excesivamente, solo bailábamos, nos reíamos y liábamos buenas juergas aunque nunca llegamos al punto de que llegara la policía.
Fue la mejor época de mi vida.Hace 15 meses, San Francisco, comienzo de verano.
Comenzó el verano y decidimos ir a una playa de San Francisco donde la abuela tenía una casa allí justo en la costa, y no pude separarme de Molly somos inseparables como para poder hacerlo, desde entonces. En un corto tiempo nos quedamos allí pero no nos bastó con solo un par de semanas, y ya que ninguna de las dos quería marcharse a nuestros respectivos hogares, la nonna, mi querida abuela nos consiguió un pequeño viaje. Lo que todavía no se es: de donde saca tanto dinero, ya que al parecer se siente como si fuera millonaria. El vuelo tenía destino a Australia, no lo pensamos mucho cuando la nonna nos lo propuso con la pequeña ayuda de que dijo que le habíamos alegrado con nuestra visita. Australia..., ese país es hermoso con tan solo mencionarlo, incluso suena bien, al llegar las cosas funcionaban algo extrañas y tardamos mucho en salir pero luego... luego todo lo que vivimos fue demasiado como para olvidar lo, fue demasiado ficticio como si ese viaje solo fuera un sueño, y todo esto me pareció magnífico cuando esta experiencia pude vivirla con mi mejor amiga, más que eso mi inigualable hermana.
Esta experiencia hizo que las situaciones que nos sucedía se me olvidaran esas ideaogías de algunas chicas que se metía con nosotras diciéndonos que éramos lesbianas, no entiendo porqué dicen esas estupideces, no es ningún insulto, y además es bulo, lo dicen porque ellas no tienen un vínculo tan grande como el nuestro y nunca lo tendrán. Mi amiga pocas veces se percata pero cuando lo nota se dirige a mi con una sonrisa y subraya en su boca que solo lo hacen por pura y exquisita envidia.
Hace 14 meses, Australia, a mediados de verano.
Solo queda un mes y medio de verano, ya volvimos de Australia. Todo fue genial, Molly y yo acudimos a festivales que merecían la pena recordar, excepto uno, echaron algo en la Coca-Cola de Molly una posible droga, pero no le pasó nada porque estuve a su lado y la llevamos a casa antes de que ocurriera cualquier incidente.
Fuimos a muchos bares a probar diferentes dulces y también estuvimos prácticamente el mes y medio restante al final de vacaciones tiradas en una toalla en la piscina, yo tenía un bronceado genial.
Conocí a muchos chicos gracias a ella por su encantadora presencia, eran amigos suyos e incluso tuve algún lío con algún que otro chico, pero no fue a más de eso, cuando se acabó el verano se terminó, y fue como un ocaso que apareció en un visto y no visto.
Hace 12 meses, Brooklyn,comienzo del curso.
Hoy empieza el cuarto curso y me levanto dos horas antes para prepararme, eso siempre pasa el primer día, los demás vas pegada al reloj corriendo como loca mientras haces todo a la vez. Me pongo unos vaqueros pitillo negros y una camiseta rosa palo pegada metida por dentro, Molly dice que todo lo que es ceñido me queda bien por que resalta mis curvas "perfectas". Es verdad que soy delgada y tengo curvas pero tampoco como para ponerse a delirar. Me dejo el pelo suelto, mi pelo es rizado y no se puede dominar como un pelo liso,pero a mi me gusta.
Voy a la cocina y me hago un desayuno basado en avena con fruta algo sencillo para por la mañana, al acabar de comer me preparo la mochila y voy en mi moto hasta la casa de Molly, le ayudo a maquillarse y a peinarse y vamos al instituto juntas.
Todas las clases son demasiado aburridas que te entran incluso ganas de ponerte una almohada e inclusive la mochila y dormirte ahí mismo pero intento desvelarme y prestar atención para parecer más respetuosa ante la maestra y no bajar mi nota media.
Al acabar las clases Dean, el pequeño desliz de Molly nos invita a una fiesta que supuestamente es para celebrar el comienzo de curso, pero muchos van a celebrar los futuros suspensos.
Llega la tarde y empiezo a ver un capitulo de Pretty Little Liars, así, uno detrás de otro comiéndome capítulo tras otro hasta la espera Molly, cuando llega me regaña por no estar si quiera un poco arreglada pero me perdona y ve un capítulo conmigo de la serie.
Son las 8 cuando ella aparece por la puerta y trae dos gigantescas bolsas y dos cajas de zapatos. Saco la parte que me toca y es un vestido negro ceñido sin mangas que llega hasta la mitad del muslo con unos tacones negros de unos 10 centímetros, soy consciente de que soy baja pero lo único que va a conseguir con esto es que me mate.
Cuando acabamos de maquillarnos nos disponemos a salir de mi casa, ella lleva un vestido de color rojo intenso que es ceñido en la parte de arriba pero la falda es suelta y unos tacones negros básicos también altos, lleva el pelo recogido en una cola de caballo y un maquillaje natural que realza sus ojos con el eye-liner.
Aquella noche... lamentablemente no fue de las mejores. Ninguna de las dos sabíamos que íbamos a encontrarnos en esta miserable noche. Cuando ya era bastante tarde todo el mundo estaba borracho, inclusive nosotras, pero aún sabíamos lo que hacíamos y teníamos la conciencia plena, por lo menos yo, en un momento a otro perdí de vista a Molly pensando que en un arrebato de los suyos se hubiera ido con Dean, pero trascurriendo la noche me arrepentí de haberla perdido. Llevo horas buscándola, ya casi estoy del todo sobria pero no aparece, pensando que se habrá ido con algún amigo suyo me voy tan tranquila a casa, y le pido a Dean para que me llevara en coche, no debería conducir porque va un poco ebrio pero no va haciendo eses por ahora.
Llevaba demasiado tiempo buscándola hasta tal punto que perdí la razón del tiempo, del día, la hora y la semana. Estaba tan afligida y deplorada que empezaba a hiperventilar extasiada, no la encontraba por ningún rincón, por ningún lado, y cada día... cada instante me corroe la culpa de no haber seguido buscando a Molly, me arrepiento de no poderla ver, de ser tan mala pensando en mi misma y no en los demás. Tras aquel suceso se inició una investigación llevada a cabo por su repentina 'desaparición', cada vez que escuchaba esa palabra mi cuerpo se comprimía y la culpabilidad emanaba en ella.

ESTÁS LEYENDO
Vías para olvidar
RomanceNo me quería rendir, quería olvidar sin hacer comentarios de mi pasado. Obligándome a nunca jamás mencionar nada a nadie de ello, pero los problemas vinieron, y con ellos él.