Paintings & Pastels - ChanIn

Única Parte

JeongIn nunca lo esperó. Nunca pensó que esas estúpidas mariposas volarían en su estómago o que sus palmas comenzarían a sudar justo al verlo. "Él" era un muchacho normal, divertido y bien educado que era conocido en la escuela como el chico perfecto. JeongIn sabía que a todos les gustaba Chan. Todo tipo de persona, desde Seo ChangBin, el punk, hasta Choi HaNeul, la guapa. No es que ChangBin no sea bonito, pero entiendes lo que JeongIn quiere decir.

Resulta ser un inconveniente que JeongIn también sea hombre e incluso si los rumores sobre la sexualidad de Chan se extienden por la escuela, no es nada en lo que JeongIn confíe. ¿Y qué? Si Chan fuera bisexual, probablemente no se daría cuenta de un niño nuevo, como JeongIn; un chico que tenía buenas notas, se mantuvo callado y se apresura ha ir a casa para pintar más fotos solo porque, bueno, eso es lo que JeongIn hace y con lo que se siente cómodo.

Es extraño, cómo encaja JeongIn aquí en Seúl, la capital. A él le gusta estar aquí. Nadie lo molestaba por su diferente gusto en la música, nadie intentaba comunicarse de ninguna manera y todos parecían preocuparse por sus propios asuntos. Así que fue fácil para JeongIn admirar a Chan, no es como si alguien realmente lo notara. ¿Y quién no admira a Chan? Aunque a algunos no les guste, todavía deseaban su atención porque hacía que alguien sintiera un gramo de alegría en su vida.

"JeongIn, amigo. No puedes sentarte aquí todo el día, estoy hecho polvo, ¡vamos a casa!" MinHo, un estudiante de universidad que vive con los Yang, -una larga historia- dijo y trató de levantar a JeongIn del suelo. El joven había estado allí sentado durante casi una hora, temiendo el momento en que tuvo que irse. Verás, desde este lugar se podía ver el campo de football a través de una ventana y en ese campo estaba el hermoso hombre corriendo pateándol culos del otro equipo de fútbol con sus rápidos movimientos.

"Puedes irte, MinHo. Voy a caminar a casa" dijo JeongIn sin apartar la mirada de Chan.

"Dijiste eso ayer cuando te recogí también, vamos" dijo MinHo a JeongIn. Estaba harto de esa jodida expresión de amor que JeongIn siempre tenía en la cara.

"Lo sé, lo sé. Solo ... tengo algo que hacer, ¿de acuerdo?" Y JeongIn, de hecho, tenía algo que hacer. Una tarea importante en su opinión.

"¿Ese algo es acechar al chico de fútbol, ​​entonces te obligo a ir a casa. Es simplemente espeluznante, I.N" MinHo todavía estaba extendiendo su mano hacia JeongIn, no se daría por vencido.

"No, yo... realmente tengo algo que hacer" prometió JeongIn y jugueteó con la cremallera de su mochila.

"Bien, pero si comienza a llover cuando te diriges a casa, llámame, ¿sí?" JeongIn asintió y luego se quedó solo para mirar otra vez. Fue un espectáculo para ver; el momento en que el equipo de Chan ganó y la sonrisa en la cara del chico apareció mágicamente como algo hecho de un pedazo de cielo. Hablando del cielo, de hecho parecía que las nubes, llenas de lluvia se acercaban. Entonces JeongIn juntó sus cosas -una botella de agua y su teléfono- y caminó en la dirección opuesta a la salida, porque YOLO, ¿verdad? No, YOLO es lo último que JeongIn usaría para describir esta situación, de hecho es lo último que usaría para describir cualquier situación porque es algo que se había estado quejando en cuanto lo escuchó.

Pasó junto a algunos estudiantes camino al vestuario de los muchachos. Algunas de esas personas dejaron de hablar para darse cuenta de su presencia, sin reconocer su rostro desconocido, y algunos lo dejaron pasar sin reconocerlo. Era algo de lo que acostumbrarse, supuso JeongIn. Al menos ahora estas primeras semanas que va a estar en esta escuela. A mitad del trimestre, todos deberían estar acostumbrados a su presencia fantasmal.

Cuando llegó al vestuario de los chicos, se sentó en uno de los bancos junto a la puerta y sacó su cuaderno de dibujo. Su mano guio el lápiz sobre el papel en delicados y suaves movimientos. Ahora que la mayoría de las líneas duras estaban hechas y sus ojos se concentraron en los colores negros y helados de los que estaba comenzando a sentirse orgulloso. El dibujo en sí no fue su mejor trabajo, en su antigua habitación, pintó una pared característica con un tema de paisaje suave y cálido, que fue su mayor logro.