Cuando miré al interior de la tienda, vi a un hombre eligiendo unas medias negras, las tenía en sus manos, las miraba casi con devoción, en sus ojos se veía el brillo, la ansiedad mezclada con una mirada de morbo... yo me quedé mirando la vitrina como interesado en lo que ahí se mostraba mientras de reojo veía como sus dedos gruesos tocaban con delicadeza el nylon que las componía, entonces tocó el encaje y lo miró con detención, luego levantó la mirada, respiró hondo y miro decididamente el sector donde se encontraban los portaligas, con un ojo entrenado eligió sin vacilar uno y de nuevo lo tocó, los miró de forma inquisidora, de pronto una mujer de pelo negro y piel clara se acerca, era la vendedora y ambos parecen conversar y se sonríen y caminan juntos hacia el probador ... me imaginé a ambos teniendo un juego rico, donde ella comenzaría a desvestirse y a mostrar su piel al hombre excitado, viviendo una fantasía de aquellas, de esas sorpresivas y que son las mejores, pensé en como sus manos irían poniendo lentamente esas medias en las piernas suaves y claras de la vendedora y en como ella se sentiría deseada y caliente, de pronto algo me de tiene en mi trance y vuelvo la mirada a aquel mostrador y veo que la vendedora sale y por un segundo el espejo revela al hombre solo con medias y un portaligas en su cuerpo ....
