10 (Narrador omnisciente)

2.6K 181 14
                                    

Ruggero caminaba por los estrechos pasillos del pequeño instituto en el que le tocaba estudiar. Iba distraído del mundo solo escuchando y sintiendo la música de sus audífonos. Ya no tenía amigos, así que...

Paso tras paso sentía como el mundo iba desapareciendo y solo eran él y la música, como en un video musical.

Al mismo tiempo, la chica ahora más hermosa del lugar, caminaba en dirección al chico, distraída en su celular. Desde que leyeron su diario el año pasado, se refugió en su celular y el mundo nuevo que se descubría en este. Ahora estaba jugando candy crush mientras escuchaba canciones de soy luna, una serie bastante infantil para su edad, pero le valía lo que pensaran. No pensaba despegar la vista de su cajita blanca.

—Solo tú estás a mi alrededor, y por eso es que canto...— a Karol le pareció muy raro escuchar una voz masculina cantando justo la parte que se estaba reproduciendo su canción en su celular. Pero no le dio mucha importancia a la voz y volvió la vista a su celular.

Ruggero no sabe la razón exacta, pero se puso a buscar en su mochila para ver si tenía algo de dinero, algo muy estúpido, ya que sabía perfectamente que no tiene ni un centavo. Mientras rebuscaba con sus manos en su mochila siguió caminando, hasta sentir que impactó con alguien, haciéndolos caer a ambos al piso.

—Perdóname, iba distraída— esa voz Mexicana.

Pudo ver su cabellera rubia mientras intentaba recoger todos su libros.

—Te ayudo, fue mi culpa— la chica reconoció de inmediato el acento italiano en su voz y levantó la mirada atónita.

—Yo puedo sola— levantó sus libros rápidos y se puso de pie.

—Hey, esta es la medallita de soy luna— Karol se sorprendió al ver al chico emocionado con la medallita en sus manos— digo, yo... mi hermanita lo ve, y... toma— sus nervios se notaban a kilómetros.

—No tiene malo ser uno mismo, deberías aprenderlo.

—Karol... creo que necesitamos hablar.

—No manches wey, nosotros no tenemos nada que hablar.— Ella tenía un montón de ganas de escuchar al italiano y arreglar los problemas del pasado, y poder ser al menos amigos... pero su orgullo no se lo permitiría— sabes, me dolió bastante todo lo que me hiciste, y todo lo hiciste para encajar. Yo sigo siendo la misma de siempre, que cambie mi físico no significa que cambie mi interior.

—No es eso... creo que te debo una disculpa tremenda.

—¿Qué?— le sorprendió escuchar esas palabras salir de la boca de Ruggero.

—Karol, estoy intentando ser yo mismo, y creo que estoy logrando algo, el que leyeran tu diario me hizo entender que uno debe ser uno mismo y no ponerse una máscara de perfección. Te pido disculpas por todo lo que te hice en el pasado, y te doy las gracias por inspirarme a cambiar. Espero que algún día puedas perdonármelo y podamos ser amigos, te quie...— No continuó porque de repente se sintió rodeado por los brazos de la pequeña rubia. De inmediato Ruggero correspondió el abrazo de Karol, quien se sintió segura por primera vez en mucho tiempo.

Querida Karol: Me enamoré de ti|| RUGGAROL [QDME#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora