El Color de Sus Ojos

Era un día más, un día donde Gabriel tenía que levantase para ir a su universidad y para ello tenia que despertar desde las 4 de la mañana para poder llegar Justo a tiempo y sin ningún retardo. Gabriel una vez llegando al salón de su universidad, sacaba sus libros y todo lo necesario del locker para sus clases, todo normal como todos los días pero, había una chica en su salón que lo conmovía, que hacía que él cambiara y quisiera ser mejor persona, que con solo mirarla quedará atrapado en ese mundo Perfecto que llaman "amor", la historia no es tan maravillosa como suena, Gabriel estaba perdidamente enamorado de ella, unos sentimientos únicos, una sonrisa que volvía loco a cualquiera, unos ojos que cuando entrabas en ellos, no podías volver a salir nunca más.

Y así fue, Gabriel quedó enamorado de esa chica llamada Ximena. Todo iba bien, como en un cuento de hadas donde no había espinas y solo rosas,  sus días fueron mejorando, los dos eran unos "tortolitos" enamorados uno del otro. Hasta que un día todo cambio, llegaron los problemas, discusiones solucionadas en esos momentos pero días después, todo seguía igual; ella dijo que nunca lo lastimaría y lo hizo, lo hizo con una intención de humillarlo en medio de una clase, pero él no se quedó callado y espero hasta el timbre del descanso para dirigirse a ella como nunca lo había hecho, firme pero con respeto, y término la relación.

Las cosas no quedaron ahí, Gabriel fue el que la extraño, la echo de menos sin saber que ella también aunque aparentaba otra cosa pero al final de cuentas Gabriel fue quien terminó buscándola, sabía que no podía vivir sin esos ojos. Y se repitió la historia una vez más hasta qué Ximena le pidió el tiempo, Gabriel no entendía el por qué, el se sentía desesperado, frustrado y sin saber qué hacer.
Gabriel le rogó y la intentó convencer de una vez más por que sabía que amar no es abrazar ni besar, es saber vivir sin su abrazo y sin su beso, pero Ximena solo jugaba con él diciéndole que un día "Si" y al siguiente se arrepentía, una tras otra, Gabriel se cansó, eso no quitaba el hecho de que se sentía triste, decepcionado pero qué más podía hacer? Eso era lo que se preguntaba todos los días. Los dos se echaban de menos, Ximena pareciera que no lo extrañaba las primeras semanas, Gabriel no aguantaba por poder abrazarla una vez más sin embargo no lo hizo por qué sabía que sería rechazado.

Siguieron pasando los días, Gabriel cada vez la extrañaba menos y Ximena extrañaba más a Gabriel, ella lo busco pero tontamente lo hizo solo con algunos mensajes y llamadas falsas donde Gabriel ni si quiera pudo contestar, el orgullo de ella era tan grande que cuando menos se dio cuenta, perdió al chico.
Un día más, como cualquier otro 
Gabriel tenía que repetir su rutina, levantarse temprano, llegar Justo a tiempo a su salón de clases, pero el
notaba qué pasaría algo diferente en su día y así fue, subió las escaleras para llegar a su salón y en ese momento se encontró con Ximena, un cruce de miradas tan repentino que Gabriel no sintió la
magia como la primera vez y solo sonrió, entro al salón de clases y Ximena lo alcanzo, sus ojos ya no eran lo mismos, sus ojos se veían apagados, tristes, llenos de soledad, Gabriel solo podía mirarla y ella esperaba a que él hiciera algo, Gabriel simplemente le sonrió una vez más, la soltó, se dio la media vuelta y se fue.