Capítulo 1

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Antes de comenzar me gustaría anunciarles que esta historia me la estaban plagiando aquí en wattpad bajo el nombre de ;reina de tu corazón, yo jamás le había dado permiso. Quiero decirles que no abandonaré la historia, estoy pasando por unos momentos complicados, pero la finalizaré.

Disfruten de la lectura. 

Capítulo 1 

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Desde tiempos inmemoriales siempre se había dicho que los estafadores y los ladrones lo pagan con la cárcel, con un castigo cruel por todo lo que habían hecho. Lo que no saben algunos es que existe gente necesitada, personas que deben robar para sobrevivir e incluso, en algunas ocasiones, deben estafar para así salvar su propia vida o la de su familia.

A veces pensamos que todos nacemos en cunas de oro, en una vida de riquezas sin sufrir un solo daño, que nuestros padres nos pagarían todos nuestros caprichos, y estarán allí para solventar nuestras necesidades; pero uno no es dueño de su propio destino y no podemos escoger dónde nacer o si tu familia sería amorosa o despreciable.

Esas mismas palabras se las había preguntado Serena Tsukino tantas veces que había perdido la cuenta ¿Por qué su papá le hacía esto? ¿Por qué no podía tener una vida feliz?

Era tan solo una joven hermosa de veintidós  que quería ser feliz y vivir una buena vida, en cambio llevaba una vida despreciable. ¡Si su madre la viese desde el cielo estaría muy desilusionada de ella! Ya no era la misma niña pequeña que ella había dejado a la corta edad de siete años, esa edad que un pequeño necesitaba más el cariño de una madre. Ahora se había convertido en algo que estaba segura que ella odiaría.

Robaba para poder comer y estafaba por lo mismo, para poder sobrevivir y no morir asesinada por los matones que buscaban a su papá.

Su padre era un hombre que le había enseñado a timar al poco tiempo que su madre había muerto, le enseñó cada detalle, como debía hacer, y al ser una niña lograba conseguir mucho dinero, pero nunca le había gustado, odiaba sacarle todo el dinero a la gente con mentiras. Ahora con tan solo veintidós años esa era su vida.

Zoisite, su padre, había dejado su último trabajo en el taller de autos mientras que ella se hacía cargo de todo el trabajo sucio, haciéndola responsable de pagar las deudas que adquiría por todas sus fallidas apuestas al tiempo que él trataba de escaparse de las garras de los matones.

Había aprendido a no confiar en él, había logrado mucho dinero que siempre su papá gastaba en esas tontas apuestas, y ella como hija no podía negarle nada, bueno al menos hasta ahora, no quería morir y tenía pensado conseguir mucho dinero con tal de dejar esa vida en donde ella no quería pertenecer.

¿Por qué no podía ser como otras jóvenes?

¿Por qué le tocó ese padre?

¿Por qué vivir esta vida sin su madre?

Eran tantas preguntas que le pedía al cielo alguna respuesta, alguna que le diese algún indicio de que su vida podría cambiar.

Dio un largo suspiro y miró a la mujer que tenía enfrente de ella, tenía unas pecas al lado de la nariz y sería de una mediana edad, sus cabellos eran cortos de color rojizo y llevaba un vestido hasta la altura de sus rodillas que por la tela pudo deducir que se trataba de una mujer de alta clase. Eso también se lo había enseñado Zoicite,—Un buen estafador sabe visualizar a cada mujer u hombre por su forma de actuar, de vestir, y de las joyas que colgaban en los cuellos de las mujeres, y así podía saber a quién timar mejor.—ésas eran sus palabras.

Reina de corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora