Capítulo 3
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Sus ojos estaban clavados en esa mujer, en la desconocida que había puesto su mundo patas arriba en tan solo un día, primero le había robado su anillo, aquel anillo que era lo más importante que tenía, luego tras eso había estado estafando en una de las ONG de su abuelo, gracias a que él se había dado cuenta logró que ella se asustase y se echase a correr. Seguía aun sin comprender como una mujer podía haberle tomado tanto el pelo en tan solo veinticuatro horas y no darse cuenta que era la misma persona disfrazada ocultando su verdadera identidad.
Aprisionó nuevamente sus muñecas contra las hierbas clavando su mirada asesina en aquellos ojos azules que lo miraban extrañado como con temor en ellos. Jamás se había comportado así con una mujer, pero no sentía una gota de lastima, su furia era mucho mayor, quería que le temiera, que pagase por lo que le hizo, su intención no era golpearla, no era de esa clase de hombres, solo tenía pensado llevarla a la comisaría y encerrarla ahí para siempre.
— Suélteme por favor. —Su voz era suplicante y a pesar que le gritaba el pelinegro no la soltó.
— ¡Maldita ladrona! —La zarandeó contra el suelo sin lastimarla —Así es como agradeces la ayuda de la gente.
—No... no se de lo que habla —su voz sonaba con temor —yo no soy la persona que busca.
— ¡Mientes! —Sus ojos mostraban un semblante asesino —Eres tú, la tal Tsukino que lloró en mi oficina, la que robó mi anillo de compromiso y aún por si fuera poco estabas ¡Robando en la ONG de mi abuelo! ¡Y aún me dices que no eras tú!
La furia que estaba sintiendo podía palparse en el ambiente, sus ojos seguían clavados en ella, quería reírse en su cara, como podría ser tan descarada, furioso se levantó de encima de la rubia y la cogió por el brazo izquierdo agarrándola fuertemente pegándola a él.
— ¿Me crees idiota verdad? —clavó sus orbes azules en los de ella.
— No sé de lo que habla, ahora le pido que me suelte o aténgase a las consecuencias.
Había quedado en estado de shock ¿atenerse a las consecuencias? No estaba entendiendo completamente nada. Esa mujer había comenzado todo, ¿a que debía atenerse él? Si era ella la culpable, estaba tan despistado que sus reflejos no se fijaron en las intenciones de la rubia hasta que sintió un rodillazo en sus partes. Con dolor cayó de rodillas sobre las hierbas dejándola en libertad y llevando sus manos aquella parte oculta, dolía con tantas fuerzas que la maldijo, ahora iba a pagárselas iba olvidarse que era mujer, levantó su vista furiosa encontrándose completamente solo — ¡Maldición! Se había escapado, se había ido aunque dudó que pudiese irse demasiado lejos, por lo que giró su cabeza y ahí al vio corriendo como si su vida dependiese de ello.
Aun con dolor se levantó del suelo y corrió tras ella hasta que logró atraparla cerca de la salida, la agarró nuevamente por el brazo haciendo que inmediatamente parase en seco.
— ¿Llevabas prisa? —sintió como ella temblaba entre sus manos.
— ¡Suélteme!
— ¡No! No lo haré hasta que me devuelva mi anillo y pague por lo que ha hecho.
— ¿Qué anillo? —Se hizo la sorprendida— no sé de lo que habla y más con todo el dinero que tiene le puede comprar otro a su noviecita.
— ¡Ya deja de hacerse la tonta! Quiero ese anillo y lo quiero ahora, y si no me lo das tú solita, lo harás con la policía. Vamos —la apretó con más fuerza por el brazo y la arrastró hacia afuera —pagaras lo que has hecho entre rejas Serena Tsukino.
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Reina de corazones
FanfictionDarien Chiba es el empresario más exitoso y rico de todo Corea del Sur ante los demás se porta orgulloso y algo altanero. Sin embargo esconde un buen corazón buscando cumplir el deseo de su abuelo Armando, se topa con Serena Tsukino una joven hermos...